El mejor episodio de la temporada 1 de The Leftovers dejó el libro atrás en gran medida


Carrie Coon es una de las actrices más grandes del mundo, y en «Guest» es cuando realmente lo demuestra. La escena anterior en la que le grita al autor de autoayuda que se le acerca en el bar debería, por sí sola, ser suficiente para ganarle un Emmy, pero le sigue la escena aún más impresionante con Holy Wayne. Cuando él la abraza y ella deja escapar esos sollozos, realmente siente como si algo mágico estuviera sucediendo aquí, que su dolor realmente estuviera siendo arrancado de ella.

Paterson Joseph como Holy Wayne también hace un trabajo increíble, a caballo entre la línea entre un estafador y un verdadero hacedor de milagros. El resultado es una escena que responde a las preguntas de los fans sin responderlas todas; nos muestra todo lo que hace Wayne sin omisiones, pero nos da espacio para decidir por nosotros mismos lo que estamos viendo. Es un acto de equilibrio delicado y ambiguo que resultaría ser la mayor fortaleza del programa.

La temporada 2 de «The Leftovers» eliminaría parte de esta ambigüedad al hacer que Tommy hiciera la misma estafa (resulta que los abrazos en general son mágicos, no el propio Wayne), pero esto no socava tanto el final de «Guest» como uno podría esperar. El punto sigue siendo que a Nora se le ofreció una historia conveniente para ayudarla a superar su sufrimiento. A lo largo del episodio, ella incursionó en una vida en la que era feliz y sin preocupaciones, pero sale de ella todavía con la creencia de que no es lo suficientemente fuerte para alcanzar esa vida más feliz de verdad. Luego viene Wayne ofreciéndole un código de trampa, usando magia falsa para darle un verdadero avance emocional. Este no es el final del dolor de Nora, pero es un gran paso en la dirección correcta.



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