El Pacto Verde Europeo se enfrenta a desafíos crecientes


Desde los cuatro rincones del Viejo Continente, crece la revuelta contra el Pacto Verde Europeo, este paquete legislativo que debería permitir a la Unión Europea (UE) respetar el acuerdo de París para limitar las consecuencias del calentamiento global. Las encuestas muestran que están hartos de las limitaciones ligadas a la transición ecológica de la que se beneficia la extrema derecha, y en las calles, los agricultores gritan su exasperación ante “Estándares de Bruselas”.

En este contexto políticamente debilitado, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, decidió finalmente presentar, el 6 de febrero, un objetivo de reducción del 90% de las emisiones de CO.2 para la Unión Europea (UE) para 2040 en comparación con 1990. Este objetivo especifica el camino que los Veintisiete deben seguir si quieren alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, después de haberse comprometido ya a reducir sus emisiones en un 55% para 2030. En este sentido, es decisivo para el futuro de la transición verde europea.

Al marcar este nuevo hito en el debate mucho antes de las elecciones europeas, previstas del 6 al 9 de junio, Ursula von der Leyen quiere animar a todos a tomar una posición sobre la conveniencia de continuar, o no, con el Pacto Verde. Porque la propuesta de la Comisión no tiene ningún valor vinculante y su ambición podría, al final de la votación, revisarse a la baja. Para que quede grabado en piedra, será necesaria una propuesta legislativa de la Comisión que se formará después de las elecciones de junio, así como su adopción por los Veintisiete y los nuevos eurodiputados.

Dado el aumento de la resistencia contra el Pacto Verde, la transición verde europea, con las elecciones europeas, juega en parte un papel en su futuro. “Si no hay más apoyo democrático al Acuerdo Verde, se detendrá. Este es uno de los grandes temas de las elecciones”insiste Pascal Canfin, presidente de la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo.

Para Ursula von der Leyen, que se espera que se postule para un segundo mandato y que ha hecho del Pacto Verde un hito de su política desde su llegada a Bruselas a finales de 2019, será difícil dar marcha atrás. Pero, tanto en las capitales como dentro de los principales partidos políticos, los llamamientos a » romper « se multiplican.

Una situación política cambiada

Desde el 14 de julio de 2021 y la presentación por parte de la Comisión de los textos que deberían permitir a los Veintisiete alcanzar su objetivo para 2030 –el Acto I del Pacto Verde–, los europeos han tomado decisiones tan estructurantes como el fin de la energía térmica de los motores. para los coches nuevos a partir de 2035, la reforma del mercado del carbono, el establecimiento de un impuesto al carbono en las fronteras, la adopción de objetivos ambiciosos en materia de energías renovables o incluso la lucha contra la deforestación importada. Ya se han adoptado más de cincuenta leyes y una decena más está en proceso de adopción.

Te queda el 85% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.



Source link-5