Las inversiones, las empresas conjuntas o las adquisiciones podrían ser vehículos para que los adversarios extranjeros se afiancen en la industria espacial de EE. UU., dijo el Pentágono en un nuevo boletín publicado hoy.
La nueva guía, «Salvaguardar la industria espacial de EE. UU.», advierte que las entidades de inteligencia extranjeras (FIEs, por sus siglas en inglés) podrían usar una variedad de estrategias, incluidas las asignaciones de capital, para explotar las empresas espaciales estadounidenses. Esos ataques podrían ser para dañar a una empresa o para obtener acceso a la propiedad intelectual en beneficio de un programa espacial nacional extranjero.
Las FIE “ven la innovación y los activos relacionados con el espacio de EE. UU. como amenazas potenciales, así como oportunidades valiosas para adquirir tecnologías y experiencia vitales”, dijo el boletín. «Las FIE utilizan ataques cibernéticos, inversiones estratégicas (incluidas empresas conjuntas y adquisiciones), la orientación de nodos clave de la cadena de suministro y otras técnicas para obtener acceso a la industria espacial de EE. UU.».
El documento, que fue publicado por la Oficina Federal de Investigaciones, el Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad y la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea, proporciona algunos indicadores que podrían sugerir que una FIE está apuntando a un negocio. Estos incluyen ofertas para establecer una empresa conjunta con una empresa vinculada a un gobierno extranjero, o adquisición o inversión de empresas extranjeras a través de subsidiarias de propiedad total registradas en terceros países.
El Pentágono se ha esforzado en los últimos años por “limpiar” las fuentes de capital que fluyen hacia las empresas espaciales estadounidenses, incluso a través de capital de riesgo. En 2021, el Departamento de Defensa introdujo un programa de Trusted Capital destinado a conectar empresas con fuentes de efectivo examinadas.
Estados Unidos también utiliza entidades establecidas, como el Comité de Inversiones Extranjeras de Estados Unidos, para revisar algunas transacciones e inversiones extranjeras en empresas estadounidenses y bloquearlas si amenazan la seguridad nacional. Tal fue el destino de Noosphere Venture Partners, el fondo del inversionista ucraniano Max Polyakov, que tenía una participación mayoritaria en Firefly Aerospace. Polyakov finalmente vendió esa participación a AE Industrial Partners.