El reto de la sobriedad para responder a la emergencia climática


Por Béatrice Madeline, Perrine Mouterde y Adrien Pécout

Publicado el 30/05/2022 a las 05:18 – Actualizado el 01/06/2022 a las 09:35

Este 10 de febrero, el jefe de Estado aún no es candidato oficial a su propia sucesión. Dos meses antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, vino a presentar, en Belfort, su visión del futuro energético de Francia. Durante este discurso, hará grandes anuncios sobre la reactivación del sector nuclear o sobre los objetivos de desarrollo de las energías renovables. Pero el primerísimo proyecto no concierne ni al átomo ni a las turbinas eólicas: es primero una cuestión, declara, de «ganar sobriedad»para “reducir nuestro consumo de energía en un 40%” para 2050. La palabra está fuera: «sobriedad». En adelante se presentará como uno de los pilares del programa energético del Presidente.

Tomando la palabra por su propia cuenta, Emmanuel Macron envía una señal a un electorado de izquierda y a los ecologistas. Pero, más ampliamente, este préstamo revela la forma en que esta vieja noción terminó imponiéndose en el debate público. De la “feliz sobriedad” de Pierre Rabhi (1938-2021) a la primera encíclica papal sobre ecología, en 2015, del trabajo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) al de los climatólogos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (IPCC) , la sobriedad parece cada vez más esencial, sin dejar de ser eminentemente divisoria. Sinónimo, para algunos, de una poderosa y emocionante palanca para inventar un modelo más respetuoso con el medio ambiente, actúa como un absoluto contraste para otros, que temen el fin del progreso y el crecimiento. Deseada o temida, cuestiona, en todo caso, los propios fundamentos y organización de nuestra sociedad.

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Este cuestionamiento no es nuevo. Desde el 19mi siglo, la revolución industrial y el surgimiento del capitalismo dieron una dimensión política al concepto. “En la década de 1970, tras la publicación del informe del Club de Roma [association internationale de réflexion sur les problématiques de développement durable] surgió la idea de que nuestro crecimiento exponencial y nuestro insaciable deseo de riqueza podrían conducirnos a nuestra ruina”recuerda el círculo de reflexión La Fábrica Ecológica. Difundida en Francia por el pensador André Gorz (1923-2007), esta idea se encuentra primero en la noción de «decrecimiento», tanto por la ecología como contra el capitalismo. Pero, poco a poco, el término «sobriedad», de menor connotación política, va ganando terreno.

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Si no existe una definición precisa y compartida, implica moderación en la producción y consumo de bienes y servicios y el abandono de prácticas o usos excesivos o superfluos. Este término puede ser confuso.comenta Eloi Laurent, investigador del Observatorio Francés de las Condiciones Económicas (OFCE). Sugiere que hemos vivido bien y ahora debemos vivir reducidos. Sin embargo, es todo lo contrario: debemos aprender a vivir mejor, no a vivir menos. Aprende a vivir con la biosfera, no contra ella. »

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