Esta fue una indignidad más que Carrie Fisher tuvo que sufrir en el set. Ya estaba atrapada con un incómodo disfraz de metal que amenazaba con deslizarse entre toma y toma. «Esto no es un bikini», se la cita en «The Making Of». «Era de metal. No fue donde tú fuiste». Fisher tampoco podía entender por qué Leia había luchado contra personajes como Darth Vader en «Star Wars: A New Hope» y, sin embargo, de repente se mostró dócil y complaciente frente a una babosa alienígena gigante. Al principio de la producción, se le pidió al colaborador de Toby Philpott, Dave Baclay, que pusiera la mano de Jabba en el hombro de Leia. Cuando intentó hacerlo, según «The Official Collector’s Edition», Fisher le dijo: «Ese no es mi hombro…». Fueron experiencias horribles, pero los que estaban en el set sintieron poca simpatía por la posición de Fisher. «En un set, te acostumbras muy rápido a las experiencias extrañas», dijo el actor de C-3PO Anthony Daniels. «O consigues otro trabajo».
También hay que decir que el propio títere de Jabba era una pesadilla de controlar. Según Philpott, el títere requería al menos dos titiriteros para poder moverse. Philpott estaba a cargo de la cabeza, la lengua y el brazo derecho. Barclay manejó el brazo izquierdo y la cara, y habló por Jabba (en inglés) según fuera necesario. Los dos entraron juntos en la marioneta a las 8:30 a. m. y se fueron a las 6:00 p. m. Ocasionalmente, se les unió Mike Edmonds, quien controlaba la cola y (según el actor y titiritero Tim Rose) solía derribar a la marioneta Salacious Crumb de su posición con un grito de «¡Batter up!» Otro colaborador, dijo Philpott en «Slimy Piece of Worm-Ridden Filth», produjo humo para que saliera de la boca de Jabba desde el interior de la marioneta usando un cigarro real.