Elecciones europeas: los ecologistas luchan contra una campaña lenta


“Producir, producir”farfulla el sistema de sonido instalado el jueves 28 de marzo por el equipo de campaña de Marie Toussaint frente a la torre TotalEnergies, en la plaza frente a La Défense. “Pensamos que nos haría más fuertes y felices, nos equivocamos”continúa la voz. Los bailarines, todos vestidos de negro, se arrodillan ante cada mención de la destrucción de vidas atribuida al grupo petrolero. Cuatro meses después del curso terapia de botín (sensual baile en la piscina), que lanzaron su campaña para las elecciones europeas de diciembre, los Verdes lo vuelven a hacer, pretendiendo ilustrar su proyecto político con una nueva actuación artística. A riesgo de provocar un nuevo juicio de desconexión.

La coreografía termina –los bailarines ahora están vestidos de verde– y la cabeza de la lista de los ecologistas para la votación del 9 de junio viene a presentar lo que, según ella, es una medida emblemática de su campaña: la creación de un fondo de soberanía europeo para hacerse con las participaciones mayoritarias en las grandes empresas de petróleo y gas del continente, para obligarlas a alinearse con los objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero especificados en el acuerdo de París de 2015. Una especie de nacionalización masiva a nivel europeo, liderada por el Banco Europeo de Inversiones.

Leer también | Artículo reservado para nuestros suscriptores. Pierre Hurmic, alcalde de Burdeos: “Lejos de ideas preconcebidas sobre alcaldes verdes, supongo que hago de la seguridad una prioridad”

Marie Toussaint asegura que las últimas interpretaciones del derecho europeo permiten actuar en esta dirección en nombre de la defensa del clima. En este proyecto de 100 mil millones de euros, Marine Tondelier, número uno de los Verdes, se adelanta a los críticos en utopismo: “Dentro de diez años, esta medida les parecerá normal a todos. »

Encuestas desfavorables

A dos meses de las elecciones, los ambientalistas siguen enfrentando su eterno dilema: ¿cómo encarnar la defensa del medio ambiente ampliando al mismo tiempo su campo de especialización, así como su electorado? Una elección difícil, en un momento en el que la defensa del medio ambiente ya no es un tema consensuado, sino a veces un contraste político, explotado por la extrema derecha a escala europea. “Ya nadie dice ser ecología, sólo quedamos nosotros para empuñar la espada contra los ataques de la mayoría, que nos ha llevado de la era de los pequeños pasos a la de los grandes retrocesos”estima Marie Toussaint. “Es la coalición de la negación: cuanto más avanzamos en materia de cambio climático, más resistencia tenemos”lamenta uno de los dirigentes del partido, Noël Mamère, que obtuvo el 5,25% en las elecciones presidenciales de 2002.

Te queda el 68,1% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.



Source link-5