Elecciones presidenciales: “zonas de bajas emisiones” en la mira de muchos candidatos


¿Sobrevivirán las zonas de bajas emisiones, también conocidas por sus siglas “ZFE”, a la campaña presidencial? La piedra angular de la política de contaminación del aire del gobierno, las ZFE tienen como objetivo prohibir gradualmente los automóviles más antiguos en las áreas urbanas sobre la base de las etiquetas adhesivas Crit’Air. Sin embargo, son cuestionados, tanto por la derecha como por la izquierda. En el extremo derecho, simplemente prometemos eliminarlos. En su programa, Eric Zemmour (¡Reconquête!) muestra su intención de “poner fin a cualquier prohibición de circular por ciudad según el tipo de vehículo”. En el Rally Nacional, las ZFE se comparan con «áreas sin ley» que Marine Le Pen promete recaudar si resulta elegida.

En el otro extremo del espectro político, Fabien Roussel (PCF) denuncia la perspectiva de un «bomba social». En un folleto impreso en 2 millones de copias y deslizado en los parabrisas de los automovilistas en los últimos días, el candidato comunista advierte: “Uno de cada cuatro autos quedará excluido de las áreas metropolitanas. » Una crítica compartida por Jean-Luc Mélenchon. Eric Coquerel (diputado por Seine-Saint-Denis) aclaró la posición del candidato de la Francia insubordinada, el 14 de marzo, ante los actores de la industria automotriz: “Somos partidarios de acabar con las ZFE en su configuración actual porque este dispositivo es discriminatorio a nivel social. »

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Entre los republicanos, el presidente de Hauts-de-France, Xavier Bertrand, cree que «los ZFE (y la prohibición del diésel) nos llevan al poder 10 de los ‘chalecos amarillos'». El asesor de la candidata Valérie Pécresse aboga por posponer su despliegue hasta después de 2025, considerando que “los horarios son insostenibles para algunos de nuestros conciudadanos”.

Refuerzo de las medidas de acompañamiento

En 2017, el candidato Macron prometió “reducir a la mitad el número de días de contaminación”. Cinco años después, ni una palabra sobre la contaminación del aire en su programa o sobre las zonas francas industriales, un dispositivo que aún apoya su gobierno. No es una máquina inversa, asegura el diputado (LRM) del Ródano Jean-Luc Fugit, que preside el Consejo Nacional del Aire: “Se trata de interesarse por todo lo que debe acompañar a la constitución de las ZFE, y por este lado, el candidato Emmanuel Macron me parece el único que tiene la visión de conjunto necesaria, y el balance que la sustenta. . »

Sobre el terreno, las autoridades locales, que tienen la tarea de implementarlas, tropiezan con varios obstáculos. Los funcionarios electos parisinos llevan mucho tiempo pidiendo al gobierno que refuerce las medidas de apoyo (como el bono de conversión) y que legisle para establecer el control automático sin el cual las ZFE siguen siendo en gran medida virtuales en la actualidad. Además, la metrópolis del Gran París, la primera en haber puesto en marcha una ZFE, ha decidido aflojar el vicio: el siguiente paso (la prohibición de los vehículos Crit’Air 3, es decir, gasolina matriculados antes de 2006 y diésel en circulación desde 2011) que iba a tener lugar en julio ha sido aplazado hasta 2023.

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