La vecina Birmania, China, anunció el viernes 12 de enero que había facilitado un «alto el fuego» entre la junta birmana, en el poder, y grupos armados, víctimas de enfrentamientos desde octubre. “Ambas partes acordaron un alto el fuego inmediato, la retirada del personal militar y la resolución de disputas. (…) mediante negociaciones pacíficas”declaró el portavoz de la diplomacia china, Mao Ning.
La junta birmana y tres grupos armados confirmaron el acuerdo. “Se celebró una reunión en Kunming. Hemos llegado a un acuerdo de alto el fuego”dijo a la Agencia France-Presse (AFP) Zaw Min Tun, portavoz de la junta. “Hemos acordado reabrir el comercio fronterizo” con China, afirmó a la AFP Tar Bhone Kyaw, del Ejército de Liberación Nacional de Ta’ang (TNLA).
Las charlas, posibles gracias a “mediación y facilitación” de China, tuvo lugar el miércoles y jueves en Kunming (suroeste), una gran ciudad cercana a Birmania, ya había precisado Mao Ning. El portavoz no precisó qué zonas se verán afectadas por este acuerdo.
Desde octubre, una alianza de varios movimientos insurgentes que representan a minorías étnicas ha lanzado una gran ofensiva contra el ejército en regiones cercanas a la frontera con China. La alianza se ha apoderado de varias ciudades y cruces fronterizos vitales para el comercio con China en lo que, según los analistas, es el mayor desafío militar a la junta desde su golpe de 2021.
“Mantener la paz y la estabilidad en la frontera” con China
Desde noviembre, los residentes han huido de Laukkai, una ciudad cerca de la frontera con China dirigida por una milicia aliada del ejército. Laukkai es conocido por sus juegos de azar en línea, prostitución y actividades de estafa y se ejecuta en recintos donde trabajan miles de personas, muchas de ellas víctimas de trata de personas. La alianza, formada por el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Myanmar (MNDAA), el Ejército de Arakan (AA) y el Ejército de Liberación Nacional de Ta’ang (TNLA), afirmó que la ciudad estaba ahora bajo su control.
La semana pasada, tras los informes de una explosión de artillería en la frontera entre Birmania y China, Beijing expresó su “fuerte descontento” sobre el hecho de que los combates habían causado bajas chinas y declaró que el país tomaría medidas “todas las medidas necesarias” para proteger a sus nacionales. En diciembre, China ya había anunciado un alto el fuego entre los beligerantes. Pero posteriormente continuaron los enfrentamientos en partes del estado de Shan (norte), y la embajada china pidió a sus nacionales que evacuaran la zona a lo largo de la frontera común debido a los riesgos para la seguridad.
China dijo el viernes que las partes en conflicto habían prometido “mantener la paz y la estabilidad en la frontera”. “Ambas partes están comprometidas a no comprometer la seguridad de los trabajadores fronterizos chinos y del personal chino en Birmania”aclaró Mao Ning.