En el Instituto del Mundo Árabe, la batalla secreta por la presidencia entre Jack Lang y Jean-Yves Le Drian


“¿Qué batalla? No soy consciente de nada. » En su oficina, en el octavo piso del edificio de Jean Nouvel, famoso por su fachada moucharabieh, Jack Lang afirma no saber que su lugar al frente del Instituto del Mundo Árabe (IMA) es codiciado. “Cuando estoy en algún lugar, estoy allí por la eternidad”, se desliza para dejar claro que no está dispuesto a rendirse. Nombrado en 2013, renovado en dos ocasiones, es, a sus 83 años, candidato a un cuarto mandato, mientras que su actual contrato vence en principio a principios de marzo. Y sobre todo, es consciente de que Jean-Yves Le Drian, exministro de Exteriores de Emmanuel Macron, y de François Hollande en defensa, ha mostrado su gran interés por el cargo, sin desanimarse por el Elíseo.

Si en público se mantiene discreto sobre sus intenciones, el exjefe de la diplomacia francesa, que dejó el Gobierno en mayo de 2022, tras la reelección del jefe de Estado, es consciente de que el presidente del IMA, aunque ocho años mayor que él , no quiere abandonar. Pero la comitiva de Emmanuel Macron, donde se indica que «nada esta confirmado», consideraría seriamente su candidatura. De hecho, es el Presidente de la República quien propone el nombre del jefe de la IMA, antes de que decida el «alto consejo» del instituto, compuesto por embajadores de los países árabes y representantes franceses.

“Un mandato adicional, ¿para qué? »pregunta un partidario de Jean-Yves Le Drian, argumentando que es hora de hacer la institución de las orillas del Sena «una verdadera herramienta de influencia geopolítica» en un mundo y una región sensibles que el socialista bretón atravesó en todas direcciones antes de colgar después de diez años al frente de ministerios soberanos. Una experiencia propuesta por quienes lo rodean, ya que la dirección del instituto, desde Edgar Pisani hasta Dominique Baudis, nunca ha sido un coto de expertos en temas culturales. “El IMA no es el museo del mundo árabe y debe evolucionar, ampliar su alcance en la batalla por la influencia global abierta por Rusia y China”desliza un familiar, molesto porque Jack Lang se está multiplicando para dejar claro que quiere quedarse en su puesto.

“Tengo energía de sobra”

“Estoy en muy buena forma, tengo energía de sobra, ¡estoy aquí día y noche! », asegura el indestructible exministro socialista de cultura, cuya sombra aún se cierne sobre la vida cultural francesa. Se lo escribió hace dos semanas a Emmanuel Macron, quien aún no ha reaccionado. Lo repite también en un grueso informe, hábilmente descifrado, precedido de un prólogo lírico cuyo secreto tiene su autor. ¿Su título? El IMA, pasión de toda la vida. Y para desplegar a lo largo de 348 páginas su reportaje cultural, que defenderá el 2 de febrero durante una rueda de prensa convenientemente organizada: creación del IMA Comedy Club, multiplicación de foros sobre temas feministas y LGBTQ+, éxito de exposiciones… Un último capítulo, titulado » Apoyo estatal”, ilustra en cuatro fotos de abrazos su cercanía a Emmanuel Macron.

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