En el noreste de París, el proyecto de un “parque urbano” de 27 hectáreas


Entre las 300 nuevas hectáreas de espacios verdes que el Ayuntamiento de París pretende hacer accesibles al público de aquí a 2040, como se indica en el futuro plan urbano local (PLU), se prevén unas cincuenta hectáreas en el norte de París. En este volumen, un parque de 27 hectáreas –un poco más que las Buttes Chaumont o el jardín de las Tullerías– debe ver la luz. Una evolución beneficiosa para el sector, uno de los más duros de la capital, donde falta mucho verde. En verano, los efectos de las islas de calor urbanas son especialmente marcados allí, mientras que al este del canal San Denis el césped de La Villette refresca las noches.

Sin embargo, es difícil imaginar qué “gran parque urbano”, como lo denomina el Taller de Urbanismo de París (APUR), intentando llegar, hoy, a pie, a la Porte de La Villette desde la Porte de La Chapelle. El sector, una de las últimas grandes operaciones que se desarrollan actualmente en la capital, es un vasto sitio de construcción. Frente al enlace A1 termina el de la nueva Arena, donde se desarrollarán las competiciones de bádminton, para-taekwondo y para-bádminton durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024.

Enfrente, está surgiendo el campus de Condorcet, que acogerá a 3.500 estudiantes de ciencias humanas a principios del año escolar 2025. En otros lugares, más lejos, por todas partes, barreras, lugares infranqueables. En 2020 se inauguró una primera fase del parque Chapelle-Charbon. Pero para entender el “sistema” En general, es mejor mirar los mapas de los urbanistas y paisajistas.

Líneas punteadas

En ellos, una franja verde se extiende desde el cruce de la A1 hasta La Villette, rodea la circunvalación, la de Maréchaux, se espesa, de repente se estrecha y se vuelve a ensanchar. Allí, líneas de puntos, en otra parte los nombres de los cuadrados que suman. “Diseñar un parque contemporáneo en un espacio reducido es una cuestión que se plantean muchas ciudades”, comenta Alexandre Labasse, director de APUR. Es decir, este espacio verde continuo de poco más de 27 hectáreas no será una gran extensión de césped detrás de unas puertas. Este “gran parque urbano”tal como está diseñado, es más bien un largo paseo, que atraviesa plazas, las conecta con espacios públicos suficientemente verdes, todo ello lo más alejado posible de los coches.

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Fue porque teníamos que lidiar con las limitaciones del lugar. De hecho, el hombre ha puesto allí, en este paso entre la colina de Montmartre y la meseta de Romainville, todas las infraestructuras necesarias para el funcionamiento de una ciudad: canales, líneas ferroviarias (las de la Estación del Norte y la Estación del Este), dos autopistas y los, a menudo, enormes almacenes que las acompañan. Cuando la agencia Dusapin & Leclercq y los paisajistas de la agencia Ter fueron contratados en 2004 para imaginar el futuro del lugar, decidieron revelar “el genio de las redes”, por tanto asumirlos. EL “gran parque urbano” debe insertarse en todo esto y tratar de unificarlo todo.

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