En el País Vasco, los estancos buscan información para vender munición


unos quince estancos Asistió el viernes a dos primeras reuniones informativas en Bayona y Pau para vender municiones en los Pirineos Atlánticos, departamento de prueba elegido por el Ministerio del Interior, antes de su generalización en toda Francia.

“Tenemos que reinventarnos” para atraer clientes

Además de la venta de determinadas municiones (categorías C y D), los estancos tendrán una misión de apoyo para ayudar a los cazadores y titulares de licencias de tiro deportivo a crear cuentas en el Servicio de Información de Armas (SIA), plataforma en la que las armas deben declararse antes del 31 de diciembre. para ser mantenido legalmente. “Esto responde a una necesidad de seguridad pública: tenemos armerías muy alejadas de los cazadores, con problemas de almacenamiento en casa, robos y hurtos para la venta en Internet”, subraya Jean-Simon Merandat, jefe de la Central de Armas. y Explosivos (SCAE).

“Esto permitirá reforzar la red territorial con comerciantes equipados en materia de seguridad”, asegura. Para Philippe Coy, presidente nacional de la Confederación de estancos, «es una nueva caja de herramientas» puesta a disposición de los estancos que se enfrentan a una disminución de las remuneraciones del tabaco y de la prensa. La venta de cigarrillos cae cada año un 8% a nivel nacional, según la organización profesional, y entre un 15 y un 18% anual en esta zona fronteriza de España -donde los cigarrillos son más baratos-, según un estanco de la País Vasco entrevistado por la AFP.

«Tenemos que reinventarnos» para atraer clientes, especialmente en las zonas rurales, subraya Philippe Coy. De los 23.000 estancos que hay en todo el territorio nacional, el 41% opera en municipios de menos de 3.500 habitantes. Para Hugo Dourthe, uno de los estancos presentes el viernes, esta nueva comercialización «no aumentará su facturación» pero podría «impulsar» su establecimiento con el «paso» de nuevos clientes. «Hay que seguir diversificándose, como ya hemos hecho con los cigarrillos electrónicos. Nos estamos transformando en pequeñas tiendas de alimentación», afirma este joven estanco de 25 años que emplea a ocho empleados los siete días de la semana en Bayona.

Una vez finalizada la formación y obtenida la autorización comercial, las primeras ventas de cartuchos podrían comenzar «en un mes» en este departamento, según los participantes.



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