Permítanme salir preventivamente en defensa de Natalie. Dejando a un lado la esperanza de Travis, toda lógica apunta al desenlace más triste: probablemente Javi esté muerto. El desierto de Ontario ha sido cruel con los Yellowjackets y, a pesar de estar protegidos en una cabaña, siempre tienen frío. A pesar de que han juntado sus recursos y conservado su comida, todavía están caminando al filo de la hambruna. Así que es difícil imaginar que Javi haya sobrevivido mientras deambulaba por la naturaleza de Ontario durante dos meses, solo. A estas alturas, probablemente esté hambriento, mutilado por lobos (como Van) o congelado hasta la muerte (como Jackie). Pero Travis no puede soportar considerar esas opciones.
No es coincidencia que todo esto se refleje en Shauna negándose a dejar ir a Jackie. Shauna está tan abrumada por la pérdida de su mejor amiga que pasa todo su tiempo libre charlando con su cadáver congelado… entre otras cosas. Dejando a un lado a Eargate, Shauna no ha podido superar la pérdida, y es debilitante. Natalie mira a Travis de la misma manera: no pueden cazar y él no puede seguir adelante si nunca acepta la pérdida de su hermano.
Sin confirmación de que su hermano está muerto, Travis está atrapado en un estado de purgatorio: se niega a dejar de buscar, incluso si eso significa ser consumido por un ciclo interminable de desesperación. Queriendo ayudarlo, Nat decide matar cualquier rayo de esperanza que le quede. En el segundo episodio, ella roba una pieza de la ropa de Javi, la hace trizas, la limpia con su sangre y luego la planta para que Travis la encuentre. Por el momento, su plan es un éxito. Travis se derrumba, pero al final arroja la ropa ensangrentada a la pira con el cuerpo de Jackie, aceptando la «muerte» de su hermano.