En Marruecos, las “revelaciones” de un narcotraficante sacuden los círculos deportivos y políticos


Tráfico internacional de drogas. Éste es el meollo del asunto que ha alimentado las especulaciones en la prensa marroquí desde hace más de una semana. ¿Quiénes son los protagonistas? Una veintena de personas, entre policías, agentes de la administración, empresarios, un notario, un promotor turístico, pero sobre todo dos hombres cuyo perfil atrae todas las miradas. Uno de ellos, Saïd Naciri, es el jefe y principal financista del Wydad Casablanca, el club de fútbol más exitoso de Marruecos. El otro, Abdenbi Bioui, un empresario nacido en Oujda, es uno de los grandes nombres de la construcción y del sector inmobiliario del país.

Estas personalidades también ejercen responsabilidades partidistas, como suele ocurrir en Marruecos, donde la política está vinculada a los negocios. MM. De hecho, Naciri y Bioui son miembros del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), que participa en el gobierno. El primero es diputado desde 2011. Estuvo en Zagora, en el sur, y luego en Casablanca, donde en 2021 tomó las riendas de la prefectura. Es uno de los hombres fuertes del PAM en la capital económica. El segundo es un ex parlamentario. Dirige el partido en el Oriental, región del este de Marruecos que preside desde 2015. Ambos, así como otras 18 personas, fueron puestos en prisión preventiva el viernes 22 de diciembre en la prisión de Oukacha.

Los numerosos cargos contra uno u otro de los funcionarios electos van desde el tráfico internacional de drogas hasta la formación de una banda criminal, pasando por el blanqueo de dinero, el expolio y la falsificación de documentos oficiales. Todos proceden de un tercer hombre: El Hadj Ahmed Ben Ibrahim, conocido como “el maliense”. Nacido en Kidal y de madre marroquí, este narcotraficante cumple condena de prisión en Marruecos desde 2019. Estas son sus revelaciones, entregadas a la policía judicial y recogidas por la revista África joven, lo que motivó la remisión a la fiscalía de MM. Naciri y Bioui y su encarcelamiento.

Una carga de 40 toneladas de cannabis

Según El «Maliense», los dos cargos electos habrían participado junto a él, desde 2010, en un vasto tráfico de cannabis: cada año se enviarían al extranjero varias decenas de toneladas de resina producida en Marruecos. Hasta la detención de Ben Ibrahim en 2015. Detenido en Mauritania en posesión de una gran cantidad de cocaína, fue condenado a cuatro años de prisión. Sus presuntos cómplices, según él, aprovecharon entonces su ausencia para recuperar sus propiedades en Marruecos, entre ellas varios apartamentos y una villa en el exclusivo distrito californiano de Casablanca.

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