«Telaraña» me asustó muchísimo. La película está protagonizada por Woody Norman («C’mon C’mon») como Peter, un niño sensible cuyos padres sobreprotectores, Carol (Lizzy Caplan, «Atracción fatal») y Mark (Antony Starr, «The Boys»), se niegan a creer cuando dice escuchar golpes en su pared por la noche. Y se están enfermando y cansando de escuchar sobre eso. Los niños de la escuela odian a Peter. Nadie lo escucha. Excepto quizás quien esté detrás de su muro.
Lo que «Telaraña» hace que la otra película de terror de niños en peligro de este verano, «The Boogeyman», luchó por hacer es ponernos dentro de la mente de un niño psicológicamente atormentado. Dirigida por el cineasta debutante Samuel Bodin, escrita por Chris Thomas Devlin («Texas Chainsaw Massacre») y fotografiada por Philip Lozano («Blood Machines»), la película retrata el mundo de Peter como una pesadilla episódica continua que presenta adultos en los que no se puede confiar, niños que lo condenan al ostracismo y una casa vacía sin distracciones, sin entretenimientos y ángulos oblicuos donde el mal seguramente habita.
Sin profundizar demasiado en la trama, está claro que los temores de la infancia de Peter no están del todo en su imaginación y que realmente está en grave peligro. El peligro de quién o qué se revela gradualmente, evocando historias desgarradoras de la vida real de familiares abusivos, terror psicológico arrancado directamente de Edgar Allan Poe y, finalmente, una extraña catarsis que se revierte y luego se revierte nuevamente.
«Cobweb» es el paquete completo, una película de terror seria con un golpe sobrenatural satisfactorio, a la vez sutil y autoritario. Es exactamente el tipo de película de terror, como «Skinamarink» o «Malignant», que fácilmente podría encontrar una audiencia agradecida dispuesta a difundir el boca a boca y convertirla, si no en un éxito de taquilla, al menos en un respetable éxito durmiente con suficientes elogios para ayudarla a encontrar una audiencia más grande en el futuro.
O al menos, podría hacerlo si alguien lo supiera.