En Pakistán, la guerra entre Imran Khan y su sucesor hunde al país en la incertidumbre


Imran Khan está amenazado por todos lados. El ex primer ministro pakistaní, elegido en 2018 y obligado a dejar el poder prematuramente el 10 de abril tras la votación de una moción de censura en el Parlamento, fue acusado el lunes 22 de agosto, en virtud de la ley antiterrorista, por declaraciones realizadas en un manifestación pública en Islamabad el sábado. Los canales de televisión tenían prohibido transmitir su discurso en vivo.

Frente a sus fieles congregados en la capital, el presidente de Pakistán Tehrik-e-Insaf (PTI) había implicado a altos mandos policiales ya un magistrado. «No te perdonaremos», había afirmado, antes de atacar la actitud «sesgado» del poder judicial con respecto a su partido. Culpa a las autoridades de los malos tratos infligidos a su jefe de gabinete Shahbaz Gill.

Este último fue detenido el 10 de agosto tras conceder una entrevista televisiva al canal de noticias Ary News. Luego llamó a los soldados de la base, considerados favorables a Imran Khan, a no obedecer las órdenes de sus superiores destinadas, según él, a descalificar al ex primer ministro. El hombre, acusado de haber hecho comentarios «sedicioso» incitando a la rebelión de » fuerzas Armadas «, había sido trasladado a la prisión de Adiala donde habría sido sometido a actos de tortura. Al mismo tiempo, las autoridades habían suspendido la transmisión de Ary News. Su director, también detenido, había sido liberado tras múltiples protestas.

gobierno febril

Imran Khan obtuvo, el lunes 22 de agosto, del Tribunal Superior de Islamabad una «vínculo protector» que le ofrece un respiro hasta el 25 de agosto. Su futuro, sin embargo, sigue siendo muy incierto. La coalición gobernante, que reúne a representantes del clan Sharif y Bhutto, intenta por todos los medios neutralizar a la ex estrella del críquet. De hecho, desde su derrocamiento, Imran Khan ha denunciado un complot, ha reunido multitudes gigantescas y ha ganado elección tras elección.

Lea también: Artículo reservado para nuestros suscriptores En Pakistán, el ex primer ministro Imran Khan denuncia conspiración y moviliza la calle

El lunes, cientos de sus seguidores se reunieron frente a su casa en Bani Gala en Islamabad. Imran Khan vino a saludarlos, todo sonrisas, detrás de las puertas. Los líderes de su partido advirtieron que las autoridades cruzarían un » Línea roja « si lo detuvieran. Ya han estallado manifestaciones en diferentes ciudades del país.

Estos nuevos cargos se producen cuando Imran Khan ya ha sido objeto, desde el 2 de agosto, de procedimientos iniciados por la Comisión Electoral por violación de las normas de financiación política. El policía electoral cree que recibió donaciones ilegales del exterior. Este viejo asunto le podría valer a Khan para ser expulsado de la vida pública.

Te queda por leer el 53,68% de este artículo. Lo siguiente es solo para suscriptores.



Source link-5