En París, la ira de los diplomáticos en huelga


Las pancartas preparadas por los organizadores anunciaron el color: “Diplomáticos profesionales en huelga”, «No todos el mismo camino, pero todos la misma vocación », “Diplo en extinción”. Altos ejecutivos y casi principiantes, jóvenes y veteranos, la huelga en el Ministerio de Asuntos Exteriores movilizó a una pequeña multitud el jueves 2 de junio en la Esplanade des Invalides, a tiro de piedra de la sede.

La dirección del Quai d’Orsay no dio una estimación de la participación, ni tampoco los sindicatos, pero este movimiento rarísimo -la última gran huelga se remonta a 2003- provocó una movilización sin precedentes contra la reforma del ministerio en el marco de la reforma de la alta función pública iniciada por Emmanuel Macron: se llama a la desaparición de dos órganos en el seno de la red diplomática, para animar a sus miembros a incorporarse a una cantera interministerial de altos funcionarios, compuesta, entre otros, por de prefectos e inspectores financieros.

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«En mi dirección, el 95% de los agentes están en huelga», observa Filipina, de 33 años, que se niega, como sus colegas, a dar su nombre, por su deber de reserva y por prudencia, y añade: “No somos intercambiables. » “No es corporativismo, sino el deseo de defender una carrera donde la experiencia se adquiere en los cargos y negociaciones”, dijo esta joven, que llegó a la casa hace apenas cinco años. A su lado, Nicolás, de 43 años, conoció, antes de ser diplomático, otra administración y considera que «El ‘Quai’ ya está muy abierto», para cumplir con uno de los supuestos objetivos de una reforma que pretendía ampliar la diversidad y la movilidad dentro de la institución.

“Limitar los efectos perversos”

Tanto Nicolás como Filipina forman parte de un cuerpo, el de cancilleres, mantenido en esta etapa, pero a ambos les preocupa el impacto del trabajo emprendido en sus propias carreras: «Las expatriaciones van a ser cada vez más difíciles de conseguir cuando es el corazón de nuestro negociodijo Nicolás. No tenemos certeza de poder evolucionar, y estaremos en competencia con administradores de otros departamentos. »

En la manifestación, el malestar se comparte mucho más allá del círculo de los agentes más jóvenes movilizados durante semanas en el sistema de mensajería Signal, el colectivo de 500, que impulsó a los sindicatos a tomar medidas. Está uno de los dos directores generales del ministerio (de los tres) en huelga, Philippe Errera, encargado de asuntos políticos y de seguridad. Dentro de la administración central, casi todos los directores han seguido el movimiento, con buena parte de sus efectivos. La movilización también fue notable en ciertos puestos en el exterior, como en Beijing y Teherán, aunque los embajadores no son más de una docena para haberse adherido oficialmente al movimiento. “Es una vocación, no una experiencia de tres años”, tuiteó la número dos de la Embajada de Francia en Estados Unidos, Aurélie Bonal: “Sin el cuerpo diplomático, será mucho más fácil para el gobierno nombrar amigos en todos los niveles. »

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