En Perú, una supuesta red de corrupción en la cúpula del Estado


A un año del fallido golpe de Estado y la destitución del expresidente Pedro Castillo (2021-2022), Perú vive un nuevo terremoto político como sabe hacer. Esta vez, sacude la más alta jerarquía del Ministerio Público: la fiscal general, Patricia Benavides, fue suspendida de su cargo el miércoles 6 de diciembre, durante un procedimiento disciplinario. METROa mí Benavides podría arrastrar con su caída a un buen número de magistrados y parlamentarios.

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Según el Equipo Especial contra la corrupción en el poder (Efficop), Ma mí Benavides es sospechoso de estar al frente de una organización criminal y de una red de tráfico de influencias, particularmente dentro del Congreso, la única cámara parlamentaria. Supuestamente intentó influir ilegalmente en varias instituciones de la República, en particular para destituir a los miembros del Consejo Nacional de Justicia (JNJ), responsable del nombramiento de jueces, fiscales y directores del organismo electoral. El JNJ está investigando varios casos que la afectan y es él quien acaba de suspenderla por seis meses.

Según la investigación de Efficop, la fiscal habría recibido por su maniobra el apoyo de un determinado número de parlamentarios a cambio de su impunidad, siendo ellos mismos procesados ​​por diversos delitos de corrupción o blanqueo de capitales.

“Intereses mafiosos”

“No es una crisis del Ministerio Público ni de la justicia, sino una crisis políticacomenta Walter Albán, ex defensor del pueblo y miembro del observatorio de corrupción Proética. Porque detrás de este asunto está sobre todo el Congreso, con una coalición de grupos políticos, sin embargo ideológicamente antagónicos, que agrupa a Fuerza Popular, el partido del expresidente Alberto Fujimori. [droite autoritaire]y la extrema izquierda de Perú Libre [camp de Pedro Castillo]. Todos están impulsados ​​por intereses mafiosos y en ocasiones vinculados a organizaciones criminales. »

Estos parlamentarios defenderían ante todo sus propios intereses, “que van desde usurpaciones de tierras hasta negocios de universidades privadas o actividades mineras ilegales”. “Este Congresodice el señor Alban, ha tomado el control del Estado, el fiscal es cómplice y el poder ejecutivo es un títere. »

Para el ex fiscal anticorrupción Martín Salas, el Congreso habría logrado implementar, con el apoyo del Sr.a mí Benavides, un “dictadura parlamentaria” tomando el control de instituciones como la Corte Constitucional, la Defensoría del Pueblo y parte de la Corte Suprema, gracias a un ejecutivo totalmente servil. “La organización criminal no se encuentra dentro del Ministerio Público, sino dentro del Estado”él dice.

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