En Rennes, la policía como “segundo hogar” para los jóvenes del barrio de Blosne, “presa” de los traficantes


Sandrine Prioul (corresponsal en Rennes) / Créditos de las fotografías: DAMIEN MEYER / AFP

REPORTAJE

Anhelan tranquilidad. En el sensible barrio de Blosne, en Rennes, plagado de narcotráfico, difícil para los residentes vivir en paz. Pero allí hay un lugar que sirve de refugio a los niños desocupados, después de la escuela y durante las vacaciones, y a sus padres preocupados. Está atendido por agentes de policía en el corazón del barrio. Se trata del Centro de Educación y Ocio para la Ciudadanía de la Policía Nacional (CECLPN), que cuenta con 300 niños registrados. Venimos allí para hacer los deberes, para jugar, pero ahora también para protegernos de los traficantes, bajo la vigilancia de la policía…

“Son presas”

“Hace tres o cuatro años no había tanto tráfico a nuestro alrededor”, señala Sarah, vecina del barrio, acogida por Europa 1 en este centro, un refugio de cuatro apartamentos de HLM reconvertidos en salas de juegos. Dice que entre la casa de su padre y su madre, en apenas 300 metros, hay ahora ocho puntos de tráfico de crack y otros. “A los jóvenes que vienen, prefiero verlos aquí que verlos en el barrio con gente a la que no se debe hablar”, confiesa.

Es mejor venir aquí, competir en futbolín o en la consola con el juego de fútbol FIFA. Y esto, delante de media docena de agentes de policía y, en particular, del suboficial jefe, David Penaud. “Tienen entre 12 y 15 años. Y hoy les ofrecemos entre 50 y 100 euros por calentarse y gritar ‘Arah’ (palabra clave para indicar la presencia de la policía) en el otro extremo del barrio. Por supuesto que son presas”, lamenta el policía.

“Entonces nuestro objetivo es precisamente que estos jóvenes logren permanecer en el centro y por otro lado, también logremos recuperarnos de situaciones en las que los jóvenes han sido arrestados, logramos traerlos de regreso al centro. ellos, intentamos conectar a los jóvenes”, añade. Deporte, ayuda con los deberes, educación cívica… Este policía insiste: rodeados de tráfico, todo está bien para mantener a estos jóvenes alejados de su propio barrio y evitar que caigan en el dinero fácil.



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