Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, los flujos de gas hacia Europa han disminuido. Para colmo, estas entregas -transportadas desde Rusia por el gasoducto Nord Stream 1- cesarán del 31 de agosto al 2 de septiembre por «mantenimiento», anunció el gigante ruso del gas Gazprom. «Es muy difícil saber qué pasará después, es ficción».
En cuanto a la electricidad, la situación también es tensa debido a la indisponibilidad de parte del parque nuclear francés, en particular por problemas de corrosión.
“Haremos lo mejor que podamos, nos estamos movilizando lo máximo posible para evitar el quiebre”, dijo el director ejecutivo de EDF, Jean-Bernard Lévy. «Nos hemos organizado voluntariamente para tener un máximo de reactores disponibles (…) a partir del 1 de diciembre y más aún a partir del 1 de enero», aseguró.