ENTREVISTA – “En mi opinión, se trata de una sentencia innovadora para el derecho climático, los derechos humanos y la posición de las organizaciones medioambientales”.


La profesora de derecho internacional Helen Keller fue jueza del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El éxito de las personas mayores climáticas tiene consecuencias de gran alcance para la política climática, afirma.

Helen Keller en la biblioteca del Instituto de Derecho de la Universidad de Zurich.

Adrián Baer

Desde la perspectiva de Helen Keller, profesora de Derecho Internacional en la Universidad de Zúrich, la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la denuncia climática de las personas mayores tiene consecuencias de gran alcance. Las organizaciones medioambientales de toda Europa ahora podrían hacer cumplir los compromisos para reducir las consecuencias negativas del calentamiento global. Keller fue juez de tiempo completo en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de 2011 a 2020.

¿Cómo valora la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la demanda de las personas mayores climáticas?

En mi opinión, la sentencia es innovadora. Es decir, el derecho climático, los derechos humanos y la posición de las organizaciones medioambientales. El Tribunal ha establecido la conexión entre el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), que debe interpretarse a la luz de las obligaciones derivadas del Acuerdo de París y del Convenio de Aarhus, y las obligaciones nacionales de reducir los efectos negativos del calentamiento global sobre las personas. Estas obligaciones ahora pueden ser cumplidas al menos por organizaciones medioambientales de toda Europa.

Según los jueces, Suiza ignoró el derecho a la vida privada y familiar y el derecho a un juicio justo. ¿Qué significa eso concretamente?

En primer lugar, Suiza fue reprendida por el TEDH porque no examinó seriamente las preocupaciones de la Asociación de Mujeres Mayores del Clima en el procedimiento nacional. En el futuro, los tribunales tendrán que tomar más en serio este tipo de demandas, y no sólo en Suiza. En segundo lugar, el TEDH concluyó que Suiza había hecho demasiado poco para alcanzar sus objetivos climáticos durante demasiado tiempo.

¿Podrían los ancianos climáticos volver a presentar su solicitud ante el Tribunal Federal?

El club puede intentarlo. Sin embargo, creo que no es necesario realizar una revisión. En este caso probablemente no sería de mucha utilidad. El Tribunal concluyó que se había violado el derecho a un juicio justo, pero no lo vinculó con una solicitud de que los tribunales nacionales reabrieran el asunto. En mi opinión, el hecho de que el TEDH haya establecido tan claramente una violación de la vida privada y familiar habla en contra de reabrir el procedimiento a nivel nacional.

En Suiza, la demanda fue rechazada por todas las instancias. La situación es completamente diferente en el TEDH, donde ahora la demanda tuvo éxito. ¿Cuáles son las razones de esta discrepancia?

Sobre todo, las autoridades nacionales rechazaron la legitimidad de la asociación para presentar quejas demasiado superficiales. El Tribunal Federal simplemente dejó abierta la cuestión. Sin embargo, las asociaciones desempeñan un papel cada vez más importante en el derecho medioambiental y ahora también en el climático. El TEDH ha retomado esta tendencia internacional y la ha aplicado en esta nueva sentencia. Por eso esta sentencia es innovadora. Garantiza que los clubes y asociaciones tengan acceso a los tribunales en casos climáticos. Esta reclamación existe principalmente contra los tribunales nacionales. Sin embargo, puede hacerse cumplir ante el TEDH.

¿Qué consecuencias concretas tendrá la sentencia –políticamente y por parte de las autoridades?

El Tribunal deja claro que no le corresponde decirle a Suiza cómo debe alcanzar sus objetivos climáticos. Hay un amplio margen de discreción. Después de todo, el TEDH exige que Suiza haga esfuerzos serios para cumplir los objetivos climáticos. Para todo lo demás, el TEDH se remite al Comité de Ministros. Esto significa que Suiza debe explicar a este organismo cómo piensa aplicar la sentencia.

¿El fallo conducirá ahora a una avalancha de nuevas demandas climáticas en toda Europa?

El CEDH impone requisitos estrictos a los clubes y asociaciones con derecho a emprender acciones legales. Al mismo tiempo, rechazó la legitimidad individual de las personas mayores climáticas. Al hacerlo, marca un rumbo importante: es más difícil como individuo, pero más fácil como club o asociación llegar al CEDH. Sin embargo, a los clubes les queda un trago amargo: estos procedimientos, incluso si tienen éxito, conllevan un gran riesgo financiero. La Asociación de Mujeres Mayores por el Clima ha solicitado la devolución de unos 320.000 francos, pero el TEDH sólo ha exigido a Suiza el pago de 80.000 euros.



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