Charles Guyard, editado por Yanis Darras
El lobo regresa a Bretaña. Desaparecido hace más de un siglo en la región, el depredador es avistado por los habitantes desde hace unos meses. Si al principio eran un poco escépticos, los funcionarios electos y los agricultores ahora se enfrentan a ataques en las granjas.
Este es un retorno fascinante y algo inquietante para los agricultores. Por primera vez en un siglo, se han avistado lobos en los Monts d’Arrée, en Finisterre. Marie, residente de la región, está segura: vio un lobo en Berrien. «Era de noche, caminaba muy tranquilo. Tenía la piel un poco gris y la cola baja», explica al micrófono de Europa 1.
«Todos estaban bastante escépticos» al principio
Y si la presencia del depredador en Bretaña puede sorprender, se ha vuelto muy concreto en la vida de los residentes locales. A unos treinta kilómetros del pueblo bretón, apareció el lobo, dejando a su paso una decena de cadáveres de ovejas. «Al principio, todo el mundo se mostró bastante escéptico» ante la hipótesis de la presencia del lobo en Bretaña, explica Jean-Yves Crenn, alcalde de Lopérec.
Sin embargo, al indagar en los archivos de la ciudad, “encontré que hubo ataques de lobos a ovejas a fines del siglo XIX. Esto quiere decir que en la región hay cien años, era bastante común encontrarse con lobos”. concluye.
Adaptarse a su presencia
Pero el regreso del lobo en la zona está causando una ola de pánico entre los agricultores locales. «Algunos criadores duermen muy mal. Les aterra encontrar cadáveres a la mañana siguiente», advierte el representante de la Federación Nacional Ovina en Finisterre, Gilles Morvan.
“Espero que podamos cohabitar porque si no podemos cohabitar, gana el lobo. Las grandes granjas semiabiertas no están nada adaptadas a la llegada de un gran depredador”, se alarma el criador. Entonces, para prepararse para el futuro y reducir la amenaza, se estaría preparando un plan lobo en los servicios estatales. Debería programarse una reunión en diciembre para reunir a todas las partes interesadas.