Aunque no especificó en qué habría sido diferente su versión de la película, Scorsese admitió que «si lo hubiera hecho, no habría sido el éxito en el que se convirtió». También afirma que tenía potencial, diciendo que «podría haber sido bueno», pero lo interesante es que Scorsese tuvo un final diferente, que lamentablemente no revela.
En última instancia, por supuesto, esto funcionó para todos. Cuando Scorsese dejó de hacer «La lista de Schindler», le entregó los derechos de la película a Steven Spielberg, quien en su lugar ofreció un título diferente que estaba tratando de adaptar, pero rechazó, «El cabo del miedo».
En cuanto a Scorsese, decidir que simplemente no era la persona adecuada para la historia es bastante perspicaz de su parte. La conversación sobre quién puede contar una historia se ha vuelto más grande e importante en los últimos años, y una historia tan cruda e importante como «La lista de Schindler» no sería lo mismo sin alguien que comprenda su significado al mando.