“Estaban traumatizados por la caída de Al Capone…”: cuando la mafia estadounidense llamó a los cargadores de maletas en Suiza


PODCAST

En 1931, Al Capone, el jefe de la mafia, fue arrestado. El que hasta entonces había logrado escapar de la policía gracias al dominio de su organización criminal sobre la policía, finalmente se ve condenado por… evasión de impuestos. Para evitar ser atrapados de la misma manera, Meyer Lansky y Charles “Lucky” Luciano, dos mafiosos afincados en Estados Unidos, aseguran que sus declaraciones de impuestos son inatacables, al menos en apariencia. Para ello, luego comienzan a lavar su dinero en negocios legales: los casinos. En el podcast “Dangerous Millions”, Sébastien Guez, profesor emérito de historia de la Universidad de Lausana y especialista en el secreto bancario suizo, resume así la situación de aquellos años: “El problema del crimen organizado, que genera suma importancia en el momento era cómo lavar ese dinero. Es decir, cómo sacarlo de los canales ilegales para que parezca que proviene de fuentes legales”. Y la solución, para estos matones, está… en Suiza.

Con Meyer Lansky y Charles “Lucky” Luciano, las salas de juego elaboran una gran cantidad de dinero “legal”, que los mafiosos mezclan con los billetes verdes provenientes de sus actividades ilegales: prostitución, extorsión o incluso tráfico de drogas. El dinero se divide entonces en dos partes: una que se reinyecta en la economía, para construir nuevos casinos, por ejemplo, la otra que sale discretamente en maletas para ser almacenada en un lugar donde las autoridades estadounidenses no pensarán en ir. búscalo.
Todavía falta encontrar este lugar… Un país donde los bancos no tendrán mucho cuidado con el origen de los billetes, donde el “secreto bancario” protege el “negocio”. Sébastien Guez relata en “Dangereux Millions” la garantía que ofrecía en su momento el banco Crédit International de Ginebra: “si depositas dinero procedente de transacciones fraudulentas, evasión fiscal o del crimen organizado, blanqueo de dinero, las autoridades de tu propio país, ya sea fiscales o judiciales y policiales, no podrán identificarlo.”

Queda por transportar las maletas de billetes sin ser vistos por los funcionarios de aduanas entre Estados Unidos y Suiza. Para ello, Lansky y Luciano recurren entonces a “portadores de maletas”, hombres cuya misión era, cuanto menos, singular. “Los llamábamos ‘peregrinos’. Eran captadores que ofrecían a los clientes transportar ellos mismos los fondos a Suiza, ocupándose así del siempre delicado cruce de fronteras”, explica el profesor de historia Sébastien Guez en el podcast “Dangerous Millions”. Estos contrabandistas luego depositaron las maletas que contenían millones de dólares en el patio trasero del banco Crédit International de Genève, luego fueron al mostrador como clientes comunes. Luego se vaciaron las maletas y se depositó el dinero en cuentas bancarias. Cuentas un tanto especiales, designadas no por nombres pero tampoco por números para preservar el anonimato de sus dueños…
Para obtener más información sobre los métodos de la mafia estadounidense en la década de 1930 y los otros delincuentes que utilizaron Suiza como lavadora de billetes verdes en el siglo XX, escuche “millones peligrosos”, un podcast de Europe 1 Studio que se encuentra en el sitio web y la aplicación de Europe 1 o en su plataforma de escucha favorita.



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