Estados Unidos refuerza su arsenal de sanciones contra Rusia, centrándose en el largo plazo


A falta de armas y municiones, las sanciones persisten. Ante el bloqueo en el Congreso de un nuevo tramo de ayuda militar a Ucrania, la Casa Blanca ha decidido redoblar su vigor contra Rusia con una herramienta ya ampliamente utilizada, que ha mostrado sus límites. En un comunicado de prensa publicado el viernes 23 de febrero, fecha simbólica que marca el inicio de la invasión rusa hace dos años, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, confirmó la adopción de más de 500 nuevas sanciones contra personas y entidades rusas. En total, desde 2022, las listas del Tesoro y del Departamento de Estado han registrado 4.000 nombres.

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Estas sanciones muy amplias, en estudio desde hace semanas, se reforzaron tras la muerte mientras estaba detenido, el 16 de febrero, del opositor Alexei Navalny. Apuntan a tres funcionarios del servicio penitenciario. Pero su principal objetivo es reducir los ingresos energéticos de Rusia y luchar contra los circuitos de elusión de las sanciones ya adoptadas. “Si Putin no paga el precio de la muerte y la destrucción, continuará, explica Joe Biden en el comunicado de prensa. Y los costos para Estados Unidos, así como para nuestros aliados en la OTAN y nuestros socios en Europa y en todo el mundo, aumentarán. »

Entre los objetivos se encuentran el sistema de pago alternativo creado por Rusia, conocido como MIR, que facilita las transacciones financieras, el grupo metalúrgico Mechel y JSC SUEK, especializado en logística ferroviaria. También hay 26 entidades e individuos en 11 países, incluidos China, Serbia y los Emiratos Árabes Unidos, que contribuyeron a la elusión de las sanciones.

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Las medidas también pretenden perturbar la revitalización del complejo militar-industrial ruso, que se beneficia en particular de la cooperación con Irán y China. Para los estadounidenses, se trata de apuntar a entidades (más de veinte) especializadas en impresión 3D, con una gran demanda de drones kamikazes y piezas de aviación.

Moscú supo adaptarse

Desde hace dos años, Estados Unidos trabaja en estrecha colaboración con la Unión Europea y sus socios del G7 para limitar los ingresos del Estado ruso por la venta de sus recursos energéticos (con un tope del precio del barril de petróleo a 60 dólares). , finales de 2022), e imponer restricciones comerciales. Su objetivo era bloquear la importación de equipos, semiconductores o piezas industriales sustitutivas para el sector de defensa. Pero este tamiz no era lo suficientemente apretado y Moscú pudo adaptarse.

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