La policía detuvo el viernes a un miembro belga del Parlamento Europeo para interrogarlo después de registrar una caja fuerte de un banco que le pertenece como parte de una investigación sobre un escándalo de soborno que ha sacudido a la UE.
Los fiscales federales de Bélgica dijeron que se llevaron a cabo «varias redadas» el viernes por la mañana contra la caja fuerte del legislador Marc Tarabella, de 59 años, en la ciudad de Lieja y las oficinas del ayuntamiento de Anthisnes, donde es alcalde.
Tarabella fue «detenida para ser interrogada» y el juez que instruye el caso decidirá en las próximas horas si el eurodiputado socialista debe comparecer ante él, dijo la fiscalía.
El parlamento votó la semana pasada para levantar la inmunidad judicial de Tarabella y la del eurodiputado italiano Andrea Cozzolino, luego de una solicitud de los investigadores belgas.
Ambos insistieron en que son inocentes y Tarabella dijo que estaba ansioso por tener la oportunidad de limpiar su nombre.
Las autoridades belgas ya tienen a tres sospechosos bajo custodia después de lanzar redadas en varias direcciones en diciembre, incluidas las de legisladores, exlegisladores y asistentes parlamentarios, que arrojaron 1,5 millones de euros (1,6 millones de dólares en efectivo).
Entre los detenidos y acusados de corrupción, blanqueo de dinero y organización delictiva se encuentra la eurodiputada griega Eva Kaili, que fue una de los 14 vicepresidentes del parlamento pero que desde entonces ha sido despojada de ese cargo.
Los otros dos son: su novio, Francesco Giorgi, que fue ayudante parlamentario, y el ex eurodiputado Pier Antonio Panzeri, que fundó una ONG que se ocupaba del parlamento.
Panzeri llegó a un acuerdo con los fiscales el mes pasado a cambio de una sentencia más leve, prometiendo revelar los secretos sobre los países que dieron los presuntos sobornos y las personas a las que pagó.
Los medios belgas informaron que Panzeri dijo a los investigadores que le dio a Tarabella «entre 120.000 y 140.000 euros» por su ayuda en el manejo de asuntos relacionados con el estado del Golfo de Qatar.
Las autoridades de Qatar y Marruecos han negado cualquier implicación en el caso.
El llamado escándalo Qatargate ha conmocionado a las instituciones de la UE y ha provocado que el parlamento busque reformas a toda prisa para frenar la influencia externa.
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