El frenesí edípico de Aster es claro desde el principio. Beau le tiene miedo a su madre. En el transcurso de las tres horas de la película, la madre de Beau, una y otra vez, dicta su ansiedad, a veces directamente. Mona es una presencia malvada, que hace todo lo posible para hacer culpable a Beau, para lastimarlo, para dañarlo psicológicamente deliberadamente. Vemos en flashbacks, donde Zoe Lister-Jones interpreta a Mona y Armen Nahapetian interpreta a Beau, lo poco saludable que es su relación. Mona le dice a Beau que su padre murió en el instante en que Beau fue concebido. Desde entonces, Beau ha tenido un miedo paralizante al sexo, pensando que él también morirá si alguna vez tiene un orgasmo.
La sección central de «Beau Is Afraid» es una pesadilla clásica. Gracias a la caída de un candelabro, Mona ha muerto. Beau tiene la tarea de regresar a casa para el funeral por un abogado enojado interpretado por Richard Kind. Si Beau no llega en las próximas 48 horas, se perderá el funeral y en lo sucesivo será considerado el peor hijo de la historia. Sin embargo, no puede salir de la ciudad porque el paisaje horrible y podrido lo ha dejado herido y al cuidado de habitantes de los suburbios extrañamente plácidos interpretados por Amy Ryan y Nathan Lane. Nadie puede darle dinero para un boleto de avión y nadie puede llevarlo. Los habitantes de los suburbios se vuelven contra él y Beau huye al bosque. Con cada segundo que pasa, la culpa aumenta.
El único respiro de Beau es esencialmente fantasía. Hay una secuencia onírica en el bosque donde Beau ve una representación teatral improvisada de su propia vida. Incluso en la fantasía, Beau desearía ser simplemente un anciano perdido y un padre… pero uno que nunca tuvo sexo.