La ONU quiere garantizar la protección de los mares. Se trata de la protección del medio ambiente y los intereses financieros. ¿Qué significa el acuerdo para alta mar?
La contaminación es uno de los principales problemas de los océanos.
¿Qué es alta mar?
Conocido coloquialmente como «aguas internacionales», alta mar incluye aquellas áreas de los océanos del mundo que se encuentran a más de 370 kilómetros de la costa más cercana. Esto se aplica a alrededor de dos tercios de la superficie del mar. Cualquier estado puede pescar, realizar investigaciones científicas o participar en otras actividades comerciales allí.
¿Qué decidió la ONU?
Por primera vez, el acuerdo crea reglas internacionales vinculantes para esta área que antes era en gran parte sin ley. La atención se centra en la protección del medio ambiente y la biodiversidad. El ecosistema marino está amenazado por la contaminación y la sobrepesca, entre otras cosas. Los estados miembros de la ONU ahora han acordado el objetivo de designar al menos el 30 por ciento de los océanos del mundo como áreas protegidas. Además, las actividades en alta mar, como expediciones o proyectos económicos, estarán sujetas a revisiones de compatibilidad ambiental obligatorias.
También se encontró una solución para los beneficios económicos que podrían derivarse de la investigación en aguas profundas: los pagos compensatorios a los países en desarrollo tienen por objeto evitar que los beneficios fluyan exclusivamente a los países industrializados que lideran la investigación. Entre otras cosas, los investigadores cifran sus esperanzas en examinar el material genético de criaturas desconocidas de las profundidades marinas, lo que podría conducir a avances en la medicina.
¿Cómo se implementa el acuerdo?
El texto del acuerdo está en su lugar, su traducción a los idiomas oficiales y su publicación son solo una cuestión de forma. Luego será adoptado formalmente por la ONU y ratificado en los estados miembros.
El acuerdo es solo la señal de partida, dijo Stefan Hain del Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina. “El verdadero trabajo recién comienza ahora”. En primer lugar, ahora se debe crear el marco legal y administrativo para la implementación, tanto a nivel de la ONU como en los estados miembros. Además, la implementación debe estar coordinada con los acuerdos regionales e internacionales existentes, como el Tratado Antártico o las regulaciones pesqueras.
Según Fabienne McLellan, directora gerente de la organización Ocean Care, los estrictos requisitos de prueba para proyectos en alta mar son un instrumento que se puede implementar rápidamente, a diferencia de las áreas protegidas, cuya designación lleva varios años. Las condiciones de prueba demostraron que el acuerdo tenía «dientes», dijo a Radio SRF.
Otra cuestión importante se aclarará en los próximos días en una reunión de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos en Jamaica: allí se redactarán las normas para la minería en aguas profundas.
¿Cómo fueron las negociaciones?
Hace quince años, la ONU decidió negociar un acuerdo. Desde 2018, numerosas conferencias han estado luchando para llegar a un acuerdo, y en agosto una negociación tuvo que ser aplazada sin resultado. El sábado por la noche, después de 40 horas de negociaciones, los negociadores acordaron un texto conjunto inédito. Un acuerdo alcanzado en otra conferencia oceánica en Panamá inmediatamente antes desempeñó un papel importante en esto: los participantes allí se comprometieron con unos buenos 18 mil millones de francos para la protección marina.
La cuestión de cómo decidir qué áreas deben colocarse bajo protección especial fue particularmente controvertida. Como informa la Agencia de Prensa Alemana desde los círculos diplomáticos, China y Rusia en particular insistieron en que el principio de unanimidad debe aplicarse aquí. Esto habría permitido a países individuales bloquear la designación de áreas protegidas. Aparentemente, una mayoría de tres cuartos ahora debería ser suficiente.
¿Cuáles fueron las reacciones?
El secretario general de la ONU, António Guterres, acogió con satisfacción el acuerdo como «un paso importante hacia la protección de nuestros mares». La Comisión Europea habló de un «momento histórico». Suecia, que actualmente ocupa la presidencia del Consejo de la UE y, por lo tanto, estuvo significativamente involucrada en las negociaciones, describió el acuerdo como «el acuerdo internacional más importante desde el Acuerdo Climático de París de 2015».
Los ambientalistas también calificaron positivamente el acuerdo: la experta en protección marina Karoline Schacht de la organización ambientalista WWF enfatizó ante la DPA que la comunidad internacional había superado importantes diferencias de opinión a favor de la naturaleza. Como representantes de Greenpeace, insistió en una implementación rápida. Según McLellan de Ocean Care, el acuerdo refleja el consenso mínimo y está muy lejos de muchas promesas hechas en los últimos años. No obstante, se reforzarían las medidas para proteger los océanos.