«El explorador del extremo» se embarcará en un viaje de lo más peligroso. Alban Michon, explorador de las zonas polares, se prepara para pasar seis meses en Ártico…bajo la banquisa. Es dentro de una base de vida que se asemeja a un transbordador espacial que el hombre planea asumir este desafío. El que acaba de publicar un libro llamado La escuela de exploradoresun manual para el gran público que relata las diferencias entre sus aventuras, pretende «hacer una temporada con el hielo, vivir con él».
«A los 22 años tenía una escuela de buceo en hielo en Tignes. Durante 15 años gestioné esta escuela y a fuerza de bucear bajo el hielo encontré este universo mágico y poético», justifica Alban Michon al micrófono deEuropa 1 Deportesantes de continuar: «Esta misión es la aventura de mi vida».
Una salida a finales de 2025
Es por tanto a bordo de una cápsula que podría recordar a la de la ISS en el espacio, que el explorador planea llevar a cabo esta aventura extrema. La salida hacia el Ártico está prevista para finales de 2025. La cápsula, ya construida, tiene 24 metros de largo y 2,30 metros de ancho. Transportable, modular y escalable, se trata de una base submarina que tendrá una vida útil de unos 20 años.
“Son módulos que encajan entre sí y que pueden evolucionar un poco como los Legos”, describió el impulsor de la misión. La cabina podrá acomodar a cuatro personas, incluidos climatólogos, ingenieros o incluso astronautas para su experiencia. Y por qué no el francés Thomas Pesquet, al menos ese es uno de los deseos del explorador.
Una misión para hacer avanzar la ciencia
Para esta misión se buscarán dos objetivos. La primera es científica. La segunda de orden numérico. “Queremos trabajar en biodiversidad”, explica quien habla de la cápsula como un “centro de investigación”. “Hay un cambio rápido, brutal, especialmente en el Ártico”, alerta Alban Michon. Y por causa, la temperatura en el Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que en otras partes del mundo.
Al ir allí, el explorador quiere «comprender el cambio climático para luchar contra él». “El hielo marino del Ártico desaparecerá en verano si no hacemos nada ahora. Hay soluciones para evitar estos desastres”, justifica. Una misión que, por lo tanto, será crucial para comprender mejor los desafíos del calentamiento global. Con este viaje de seis meses, el amante del hielo espera poder «mover las líneas», él que ve en el hielo «una historia contada».