A pesar de las protestas en curso en el país, la coalición del primer ministro Netanyahu quiere que el parlamento apruebe la reforma judicial prevista. Una votación importante ahora podría tener lugar el lunes.
La reforma judicial planeada por el gobierno de Netanyahu es controvertida en Israel. El paquete legislativo apunta a restringir los poderes de la Corte Suprema. Los defensores piensan que esto se debió hace mucho tiempo. Los opositores ven esto como una amenaza a la democracia.
Las manifestaciones, en su mayoría contra el paquete de reformas, se han prolongado durante semanas. Este también fue el caso el domingo, cuando comenzó una sesión maratónica en la Knesset. Se trata de un aspecto parcial de la reforma, la supresión de la llamada «cláusula de adecuación». Permite que la Corte Suprema anule las decisiones del gobierno sobre la base de la proporcionalidad. El fin de semana, los partidarios de la reforma se manifestaron en Tel Aviv y los opositores en Jerusalén.
En las horas previas a la votación, el presidente israelí, Isaac Herzog, todavía estaba tratando de encontrar un compromiso entre el gobierno y la oposición. Sin embargo, las negociaciones han fracasado en el pasado. La votación final sobre la enmienda a la ley ahora podría tener lugar el lunes. Los opositores protestan frente a la entrada de la Knesset.