Designado, para sorpresa de todos, el pasado mes de junio para el codiciado puesto de entrenador del actual campeón italiano, Rudi García no tuvo tiempo de saborear mucho tiempo la pasión napolitana por el fútbol. El SSC Napoli anunció el martes 14 de noviembre que destituyó al técnico francés de su cargo y lo sustituyó por el italiano Walter Mazzarri.
El técnico de 59 años no había tenido un paso tan corto en el banquillo de un club profesional desde su accidentado debut en el Saint-Etienne en 2001, donde dirigió a los Verdes durante diecisiete partidos. En Campania, García nunca logró prolongar el impulso de la temporada pasada, que había conquistado la Serie A al imponerse al Nápoles, encabezado por Luciano Spalletti, que abandonó tras desacuerdos con el caprichoso presidente napolitano, Aurelio De Laurentiis.
Derrotados el domingo 12 de noviembre en casa por el Empoli (0-1), equipo modestamente peor clasificado, los napolitanos ya han perdido tres veces en doce días de campeonato. Aunque son cuartos en la Serie A, ya están a diez puntos del líder, el Inter de Milán. Y el segundo puesto también se ha alejado: la Juventus de Turín está ocho puntos por delante. En la Liga de Campeones, el Nápoles se beneficia de un Grupo C bastante débil, pero perdió en casa contra el Real Madrid y cayó en la última jornada ante el Unión Berlín (1-1), equipo que perdió doce de los quince partidos disputados esta temporada.
La nueva mala actuación del Napoli contra el Empoli aceleró un divorcio que casi se produjo durante el último parón internacional en octubre. De acuerdo a La Gazzetta dello Sport, El presidente Aurelio De Laurentiis, productor de cine, se indignó y lo hizo saber bajando al vestuario en el descanso cuando el marcador aún estaba 0-0. Para ello, el presidente organizó una reunión de crisis en Roma con los principales directivos del club del que asumió en 2004, entonces en la Serie C.
Desde el final de su experiencia en Marsella en 2019, Rudi García ha tenido dos temporadas contrastantes en el Olympique Lyonnais: 7mi y un 4mi lugar en la Ligue 1, una semifinal de la Liga de Campeones, donde sus degradadas relaciones con el entonces director deportivo, Juninho, no le dejaron buenos recuerdos. Después de una estancia saudita de una temporada en Al-Nassr, logró desafiar los pronósticos y regresar a Italia, donde ofició entre 2013 y 2016 en la AS Roma.
En su palmarés como entrenador aún figuran dos trofeos, ambos obtenidos en Lille durante la temporada 2010-2011: un título de campeonato de Francia y una Copa de Francia. Fue elegido tres veces entrenador francés del año por la revista fútbol francia en 2011, 2013 y 2014.