Gend’viti: la primera brigada móvil para asegurar la cosecha en Champagne


Cerné par les vignes champenoises, un bus bleu de la gendarmerie: c’est celui de «Gend’viti», la première brigade de gendarmerie mobile en France dédiée à la viticulture, un dispositif expérimenté depuis le 15 août qui pourrait être pérennisée, selon los gendarmes. Compuesta por cinco soldados, esta brigada está operativa durante la zafra, hasta el 26 de septiembre. El autobús atraviesa el sector de Epernay (Marne), epicentro de la denominación de origen Champagne.

Un espectro muy amplio de intervención.

Es «un período sensible debido a esta afluencia bastante masiva de personas. Viajamos a diferentes lugares, principalmente para misiones de prevención», explica el jefe de escuadrón Yann Basso, comandante de la brigada de gendarmería de Epernay. . Pero el espectro de intervención es «muy amplio», añade: respeto a la legislación laboral y a las condiciones de alojamiento, mediación en instalaciones anárquicas, atención de denuncias en caso de robo, lucha contra los depósitos de basura… El autobús es «un punto visible de apoyo y punto de recepción fijo, con oficina real», precisa.

El dispositivo se completa con tres bicicletas eléctricas de montaña y autos Los gendarmes fueron reclutados dentro de cada una de las cinco brigadas supervisadas por la compañía Epernay. Durante estas seis semanas, la plantilla se ve reforzada por reservistas. Desde el lunes hasta el 11 de septiembre, la Guardia Republicana también despliega en el sector dos escuadrones, es decir, doce jinetes.

Robos y hurtos especialmente antes de las celebraciones de fin de año

La creación de esta brigada móvil – como la presencia de la Guardia Republicana desde hace diez años – resulta del «Plan Champaña» concluido entre la Gendarmería Nacional y la Interprofesional Champaña, con el objetivo de asegurar económicamente el sector. «Este es un experimento, que podría repetirse en otra época del año y en otros lugares», observa el Comandante Basso.

En cuanto a los daños a la propiedad, el período de cosecha es más bien tranquilo, señala la gendarmería. Los hurtos y hurtos se producen más «aguas arriba y aguas abajo», sobre todo antes de las celebraciones de fin de año. Entre los profesionales, las expectativas son altas. «Viene gente que no tiene nada que ver con los recolectores, están ahí para hacer un scouting», observa Lionel Launay, viticultor independiente de Barbonne-Fayel.

Su finca de quince hectáreas fue víctima, en 2018 y 2019, de dos importantes robos. Cabe destacar que los encapuchados sustrajeron 2.500 botellas, valoradas en unos 40.000 euros.



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