La mayoría de los fantasmas que se muestran en la franquicia «Cazafantasmas» son aquellos que deben ser capturados o eliminados, generalmente encerrados en el almacenamiento de la Unidad de Contención en la estación de bomberos o derrotados por completo. En el caso de Egon Spengler, apareció como un fantasma el tiempo suficiente para ayudar a su familia, pero luego falleció. En «Ghostbusters: Frozen Empire», Phoebe Spengler describe el proceso como hermoso, y ese paso implica que todas tus partículas se entrelacen en el tejido del universo.
Dado que algunos fantasmas son las almas de los difuntos, algunos son de otras dimensiones y otros adoptan la forma personificada de eventos/emociones/ideas/etc., no todos siguen las mismas reglas. Slimer es un fantasma, pero es totalmente capaz de comer cualquier cosa, mantenido en la Tierra por su necesidad mundana de alimentarse. Pero cuando se trata de Melody, ella está aquí porque tiene asuntos pendientes y una pequeña caja de cerillas físicamente tangible relacionada con el incendio que le quitó la vida a ella y a su familia.
El encuentro de Phoebe con Melody cambia sus sentimientos sobre los fantasmas de múltiples maneras. Primero, cuando Melody habla de lo difícil que es permanecer en la Tierra mientras el resto de su familia ya ha cruzado, se genera una pequeña crisis ética para Phoebe. ¿Es bueno para su familia y el resto de los Cazafantasmas capturar y contener a estos espíritus? ¿O deberían abordar las cosas desde un ángulo más rehabilitador? Sin mencionar que la conexión de Melody con la caja de cerillas sirve en última instancia como la clave de cómo finalmente cruza, usando la llama de la cerilla para ayudar al Maestro del Fuego en su batalla contra el malvado Garraka, que tiene la intención de congelar a toda la humanidad.
Pero Melody también es el primer enamoramiento real de Phoebe, y hace todo lo posible en un intento de conectarse con ella en su propio plano como fantasma.