El primer vestido que Louise usó para «La isla de Gilligan» fue un vestido beige con pedrería plateada. «Era crepé y muy fino, muy fácil y muy pegado a la piel», dijo Louise. «Fueron muy críticos por no mostrar ningún escote en ese momento». Ginger fue presentada como un personaje deslumbrante y atractivo, por lo que Miller la hizo lo más estereotipadamente «Hollywood» que pudo.
No parece haber ninguna conexión de moda con Ginger Grant y Lucille Ball, excepto, tal vez, por su cabello rojo a juego. Es probable que la referencia a Lucille Ball solo denote que se supone que Ginger es atrevida, divertida y cómoda en cualquier situación. Ginger era una estrella de cine, pero no una egoísta ensimismada. En cuanto a las conexiones con Marilyn, Louise utilizaba una voz de dormitorio aguda y entrecortada similar a la de Monroe en sus actuaciones.
En cuanto a su disfraz, el vestido beige parecía encajar perfectamente, a la moda sin ser aparentemente excitante. Louise incluso volvió a usar el vestido muchos años después, cuando fue invitada a la fiesta de los Oscar de 2002 de Nolan Miller. Ella recordó:
«Normalmente voy a las fiestas de la Academia en la ciudad de Nueva York, pero hubo un año en el que fui a Los Ángeles. Nolan me invitó y, por supuesto, me puse su vestido. Me recogió en su Rolls-Royce. Fue el año en el que ‘El Pianista’ ganó tantos premios. Me pusieron el vestido y me quedó perfecto. […] Era una de esas creaciones con cuentas en las que no podías ponerte nada debajo y, por supuesto, más te valía estar en buena forma».
Habían pasado casi 40 años desde que usó el vestido en la «Isla de Gilligan» y uno puede estar seguro de que Louise todavía estaba glamorosa y a la moda con él.