Giorgia Meloni convoca una conferencia mediterránea sobre migración en Roma


Giorgia Meloni acogió a los líderes de los países mediterráneos en Roma el domingo para una «conferencia internacional» destinada a extender el modelo de acuerdo firmado por la UE con el Túnez con el objetivo de frenar la llegada de inmigrantes al Viejo Continente. El primer ministro italiano de extrema derecha inauguró la conferencia poco después de las 13:00 horas en presencia de líderes de la región, la Unión Europea e instituciones financieras internacionales.

Entre ellos, los presidentes de Túnez Kais Saied, de Emiratos Árabes Unidos Mohammed bin Zayed, de Mauritania Mohamed Ould Cheikh El Ghazouani, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo Charles Michel, así como el Alto Comisionado de ACNUR, Filippo Grandi. Malta, Egipto, Libia, Etiopía, Jordania, Argelia, Níger, Líbano también están representados por sus jefes de Gobierno, mientras que otros, como Grecia, Turquía, Kuwait o Arabia Saudí, han enviado ministros. Francia y España no tienen representantes.

Poco antes, en el Vaticano, el Papa Francisco celebrando el Ángelus instó a los jefes de Estado y de Gobierno europeos y africanos a llevar “rescate y asistencia” a los migrantes que cruzan el Mediterráneo pero también a quienes, como en Túnez y Libia, “están atrapados y abandonados en zonas desérticas”. “El Mediterráneo nunca más debe ser escenario de muerte e inhumanidad”, dijo el pontífice argentino.

Las sesiones de la conferencia programadas para la tarde están cerradas a los medios de comunicación. Se anuncia una conferencia de prensa de Giorgia Meloni pasadas las 19:00 horas (17:00 horas GMT).

«Democracias no perfectas»

Durante la campaña legislativa de 2022 que la llevó al poder, Giorgia Meloni había prometido «frenar los desembarcos» de migrantes en Italia. Desde entonces, su gobierno ha puesto palos en las hélices de los barcos humanitarios, sin embargo, sin detener las salidas.

Según Roma, unas 80.000 personas han cruzado el Mediterráneo y llegado a las costas de la península desde principios de año, frente a las 33.000 del año pasado en el mismo periodo, en su mayoría desde la costa tunecina.

Ante esta observación, Giorgia Meloni y la Comisión Europea han intensificado su «diálogo» con Túnez desde hace varios meses, prometiendo financiación si el país se compromete a combatir la emigración de su territorio. Bruselas y Roma firmaron así la semana pasada con el presidente tunecino un memorándum de entendimiento que prevé, en particular, una ayuda europea de 105 millones de euros destinada a impedir la salida de barcos de inmigrantes y luchar contra los contrabandistas.

El acuerdo también prevé más retornos de tunecinos en situación irregular en la UE, así como retornos desde Túnez a sus países de origen de migrantes del África subsahariana. «Esta asociación con Túnez debe ser un modelo para construir nuevas relaciones con nuestros vecinos del norte de África», suplicó Giorgia Meloni en Túnez con Ursula von der Leyen.

Un alto funcionario de la UE que habló bajo condición de anonimato confirmó que la UE está dispuesta a negociar asociaciones similares con Egipto y Marruecos. “Debemos cooperar con los países del norte de África aunque para ello debamos aceptar que no son democracias perfectas”, añade un embajador destinado en Roma que pidió el anonimato. «Hay unidad en la UE sobre este principio», dijo a la AFP.

«Escena del crimen»

Las ONG, en cambio, están de pie. Sea-Watch lamenta que «la UE y sus estados miembros sigan endureciendo sus mortíferas políticas de aislamiento». “El Mediterráneo no es sólo un cementerio, es el escenario de un crimen”, denuncia la organización. «Europa no ha aprendido nada de su complicidad en los atroces abusos cometidos contra los migrantes en Libia», dijo Human Rights Watch.

Para el investigador independiente Yves Pascouau, el hecho de que exista un «canal de debate» entre Europa y los países de origen es algo positivo. Sin embargo, es preocupante constatar que ahora “la migración también es considerada por los países del Sur como un problema”. Y mientras las políticas migratorias dependan de los ministros del interior europeos, el tema solo se abordará desde el punto de vista de la seguridad.

“Lo que falta en la relación entre la UE y terceros países es pensar a largo plazo”, lamenta. Según la ONU, más de 100.000 migrantes llegaron a Europa en los primeros seis meses de 2023 por vía marítima desde las costas del norte de África, Turquía y Líbano. Eran poco más de 189.000 en 2022.



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