Grieta en París: el campo de Forceval evacuado por la policía


Nina Droff con AFP
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13:10, 05 de octubre de 2022

El campo de Forceval, en el noreste de París, donde usuarios de crack durante un año, fue desmantelado el miércoles por la policía, con el objetivo declarado de impedir su reconstitución en otros lugares de la capital. Iniciado poco antes de las 7 de la mañana, el operativo estaba casi terminado a media mañana, tras la intervención de los servicios de limpieza, y solo unos pocos drogadictos eran visibles en las calles aledañas, señalaron periodistas de la AFP.

Desde hace más de dos años, los consumidores de crack -un derivado de la cocaína fumable y altamente adictivo, bautizado como «droga de los pobres» por su bajo coste (10 euros la dosis)- se han conmovido en varias ocasiones al capricho de la ira de Residentes locales. Paseando por la Place Stalingrad, fueron dirigidos cerca de la carretera de circunvalación, Square Forceval (distrito 19), más lejos. Incluso allí se levantó un muro, rápidamente bautizado como el «muro de la vergüenza».

Mil gendarmes y policías desplegados

En la instrucción de Ministro del Interior Gerald Darmanin, se han desplegado mil policías y gendarmes, incluida la nueva unidad de élite CRS 8. Interior. A las 6:45 horas llegaron los camiones de la gendarmería. Algunos «crackers» aprovecharon la instalación del dispositivo para salir del campamento, sin ser detenidos.

La operación se llevó a cabo fuera de la vista de los periodistas, en la parte trasera del campamento donde estaban reunidas las decenas de personas que aún estaban presentes en el campamento. El ministerio subrayó que esta operación «no tiene precedentes ya que el fenómeno del crack afecta al noreste de París desde hace varias décadas». Del lado de las asociaciones de vecinos y comerciantes, es el “relieve” el que predomina, teñido de inquietudes.

«En nuestra opinión, no se dan las condiciones para que no haya más escenas abiertas», advirtió en el lugar Marie Debrus, referente de los riesgos relacionados con el uso de medicamentos en Médicos del Mundo. «Hay una dispersión de usuarios y en unos meses los veremos en los pasillos de los edificios», prosiguió, denunciando una «crisis humanitaria orquestada por las autoridades públicas».

Por su parte, Place Beauvau precisó que «las personas buscadas serán detenidas, así como los extranjeros en situación irregular que serán ingresados ​​en el CRA (Centro de Retención Administrativa, nota del editor) con miras a su expulsión». “El resto de ocupantes serán dirigidos a alojamientos con apoyo médico-social o a unidades de atención”. Todo fue preparado aguas arriba por la Agencia Regional de Salud (ARS), la prefectura regional, la Prefectura de Policía de París (PP) en conjunto con los Hospitales de París (AP-HP), según el Ministerio del Interior.

«un año» para erradicarlo

Para el alcalde del PS del distrito 19, François Dagnaud, esta operación era «inevitable y necesaria para restaurar la habitabilidad de nuestros barrios» pero «no suficiente». La reconstitución del campo es un «riesgo que todos deben tener en cuenta y que no interesa a nadie», advirtió. Laurent Núñez fue nombrado jefe de la jefatura de policía de París en julio y la ministra le dio «un año» para erradicar el problema del crack. El 25 de septiembre prometió que el sitio cerraría.

Según asociaciones, en esta plaza hacían presencia entre 300 y 400 personas durante el día y 150 por la noche, de las cuales un 35 a 40% eran mujeres. Allí los traficantes vendían los guijarros (dosis de crack) en medio de los consumidores. “Desde hace un año venimos pidiendo la evacuación pero también la atención de los drogadictos y los enfermos de crack”, recordó Melinda Bernardo, del colectivo “93 Anti-Crack”, presente en el lugar la mañana de este miércoles.

«Somos escépticos con esta evacuación, no tenemos la impresión de que se siga lo que estábamos pidiendo (…) cuidado y apoyo para esta gente. Tememos que se repita con un movimiento como animales y eso es insoportable para nosotros», lamentó la Sra. Bernardo, y agregó que los vecinos oscilan entre «el miedo y las ganas de ayudarlos». Desde hace un año, los habitantes del distrito y el de La Villette en París se han quejado constantemente de ataques, robos y otras molestias provocadas por la instalación de usuarios de crack.



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