Grieta en Seine-Saint-Denis: comerciantes al final


En el distrito de Quatre-Chemins, a caballo entre París y Seine-Saint-Denis, los residentes y comerciantes se han enfrentado, durante varios meses, a la llegada de drogadictos que ponen en peligro sus negocios.

Asaltos, peleas, robos… En la Porte de la Villette de París, como en Pantin en Seine-Saint-Denis, subieron los comerciantes. Con la llegada de más de un centenar de usuarios de crack, cada vez les resulta más difícil hacer prosperar sus negocios.

“Todos los drogadictos vienen a las tiendas para asaltar, robar, son personas extremadamente violentas”, explica un farmacéutico de Porte de la Villette. La misma historia en Pantin. Para Jean-François Lacaux, director de Intermarché des Quatre-Chemins, la llegada de drogadictos ha supuesto «una caída del 15% en la facturación y también en el margen ya que el robo se ha multiplicado por dos».

Ante esta situación, no le quedó más remedio que condenar una de las entradas del supermercado: “Mi negocio tiene dos entradas y tuve que cerrar una. Tengo que filtrar a las personas que entran a mi tienda para evitar que haya drogadictos”.

Autoridades públicas cuestionadas

Si los comerciantes se rebelan, es también porque se sienten impotentes. Según ellos, la situación está mal gestionada por las autoridades públicas: “No he visto ninguna acción desde la llegada del campamento, afirma el farmacéutico. Las autoridades públicas no gestionan este campamento, son los traficantes.

Del lado de los funcionarios electos también, la ira sigue siendo fuerte. Piden la organización de una conferencia mundial sobre el tema en presencia de autoridades públicas, económicas y residentes, para el inicio del año escolar.



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