Un ex oficial, James Heappey, número dos del Ministerio de Defensa británico, sirvió en Afganistán e Irlanda del Norte. Secretario de Estado británico para las Fuerzas Armadas, detalla la ayuda militar ofrecida a los ucranianos por el Reino Unido.
Mariupol está a punto de caer. ¿Qué lecciones saca de esto para el resto de la guerra?
Claramente, la situación es muy precaria. Tienes que ver las cosas en un contexto más amplio. Los rusos controlan el Mar de Azov, por lo que el puerto de este mar ya no tiene la importancia estratégica que alguna vez tuvo. La resistencia ucraniana en Mariupol ha desviado una gran parte de los recursos militares rusos; algunas de las mejores unidades rusas, enviadas desde Crimea y el Distrito Militar Sur de Rusia, ya no están en condiciones de luchar. La Batalla de Mariupol preparó el escenario para lo que vendrá después: una lucha mucho más equilibrada entre las fuerzas ucranianas y rusas en el este del país.
La caída de Mariupol, si se confirma, realmente no cambia las cosas estratégicamente. Si yo fuera los ucranianos, consideraría la defensa de Mariupol como el evento clave que hizo que los rusos revisaran sus ambiciones territoriales y revisaran sus planes. Permite a los ucranianos reducir la amenaza para el resto del país y abordar la lucha en Donbass con más posibilidades de éxito.
¿Qué le hace decir que las fuerzas ucranianas pueden luchar eficazmente en Donbass?
Estoy seguro de que pueden. Hay un componente moral. Tienes un ejército ruso desmoralizado, que no sabe cuáles son sus objetivos, que está muy mal dirigido, hay ejemplos de soldados que se rebelan contra sus superiores por las deplorables decisiones que han tomado sobre el terreno. Lo que caracteriza al liderazgo político de esta campaña es su arrogancia, y esta arrogancia interfiere con los planes militares de manera extraordinaria. Así que sí, creo profundamente que los ucranianos pueden poner fin a este conflicto en sus términos, y el Reino Unido y muchos otros países están decididos a proporcionarles lo que necesitan para lograrlo.
¿Qué ayuda militar proporciona a Ucrania?
Fue todo un proceso. Comenzamos en enero con armas antitanque portátiles, algunas armas pequeñas y equipo de comunicaciones. En ese momento, por supuesto, queríamos ayudar a los ucranianos en su defensa inicial, pero principalmente estábamos pensando en lo que sería útil en la campaña de resistencia que seguiría, porque como todos los demás, pensamos que desde el principio el poder ruso sería abrumador. Luego proporcionamos sistemas de defensa antiaérea, incluidos los portátiles. Luego lo llevamos más allá: ahora planeamos proporcionarles capacidades antibuque, municiones de merodeo, les enviamos vehículos blindados y alentamos activamente a los países de Europa central que tienen arsenales del Pacto de Varsovia a que renuncien a sus armamentos, que integran mucho más fácilmente en las fuerzas ucranianas que en las nuestras o las de Francia. Y nuestra parte, en este trato, es compensar el equipo que han regalado.
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