Hay señales de un compromiso en la disputa por los nuevos fondos de ayuda de la UE a Ucrania


La UE planea apoyar a Kiev con 50 mil millones de euros. Viktor Orban ya lo había rechazado anteriormente, pero ahora aparentemente quiere apoyar la ayuda, pero sólo si el dinero se divide en tramos, que deben votarse cada año. Lo que pretende hacer con esto está claro.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, en la ceremonia en memoria del exjefe de la Comisión de la UE, Jacques Delors, en París.

Michel Euler/AP

Hay movimiento en la disputa por la aprobación de una nueva ayuda económica de la Unión Europea a Ucrania. Viktor Orban, el primer ministro de Hungría, está dispuesto a retirar su veto fundamental al pago de 50.000 millones de euros a Kiev, según funcionarios de la UE.

Sin embargo, el requisito previo para ello es que el paquete de ayuda, que está diseñado para el período 2024 a 2027, no se decida de una vez. Más bien, el dinero debería dividirse en tramos anuales de 12.500 millones de euros cada uno, que deberán volver a votarse cada año.

Nuevas opciones para Orban

El compromiso también incluye una especie de mecanismo de “emergencia” que significa que cualquier estado miembro puede solicitar un debate en las cumbres de la UE si tiene dudas sobre los pagos. Los habitantes de Bruselas se sienten aliviados de que la ayuda a Ucrania probablemente ahora pueda financiarse con fondos del presupuesto común.

Hace apenas unas semanas, Orban había rechazado categóricamente nuevas inyecciones de efectivo para el país atacado. Su antipatía hacia Kiev es grande. El hombre que mantiene buenas relaciones con Vladimir Putin no cree que Occidente vaya a ayudar. Sobre todo, el húngaro ve su derecho de veto como una palanca para ejercer presión política sobre sus oponentes en la UE.

La cumbre de diciembre de los 27 Jefes de Estado y de Gobierno terminó con un escándalo: se acordó el inicio simbólicamente importante de las negociaciones de adhesión a la UE con Kiev (Orban se mantiene alejado de la votación). Sin embargo, en la cuestión mucho más importante de la ayuda financiera, el Primer Ministro húngaro fue el único que la vetó.

La ira habitual hacia Orban fue limitada después de eso. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, señaló con calma la posibilidad de recaudar miles de millones en Ucrania sin Hungría, si fuera necesario, por ejemplo con un fondo especial o bilateralmente. Sin embargo, los actores en Bruselas consideraron más importante tener a los 27 estados de la UE a bordo.

La ayuda a Ucrania incluye 33.000 millones de euros en préstamos y 17.000 millones de euros en subvenciones. Para organizar el dinero fuera del presupuesto regular, también se discutió la posibilidad de asumir una deuda común, lo que para muchos Estados miembros es un verdadero tema candente.

Una cumbre de emergencia, anunciada para el 1 de febrero, debería tomar una decisión. ¿Orban se dejó ablandar por sus colegas mucho antes de lo esperado o el hombre fuerte de Budapest realmente aumentó su margen de acción?

La división del dinero de ayuda a Ucrania en cuatro tramos significa que, en teoría, puede combinar su aprobación con una nueva demanda cada año. En Bruselas todavía quedan pendientes 12.000 millones de euros de financiación para Hungría, que la Comisión retiene porque acusa al gobierno de Fidesz de corrupción y erosión de la democracia. De hecho, es obvio que Orban quiere hacerse con las ollas sin cambiar sus políticas.

Rescate de la quiebra

Pero el acuerdo sería una buena noticia para Ucrania. El país necesita dinero urgentemente para evitar la inminente quiebra nacional. La Comisión de la UE transfirió la última parte de su ayuda al gobierno de Kiev poco antes de Navidad. Ahora los fondos sólo duran como máximo hasta marzo, de lo contrario habría que imprimir dinero, cita “Financial Times” un funcionario del gobierno ucraniano.

Actualmente, el país no puede contar con ninguna nueva ayuda de Estados Unidos. Debido a la resistencia de los republicanos en el Congreso, el “apoyo incondicional” que prometió el presidente Joe Biden es cuestionable. Pero eso no impidió que el Departamento de Estado estadounidense pusiera en la picota a Hungría.

«Estamos decepcionados de que el primer ministro Orban haya decidido permanecer solo en la UE y cuestionar la lucha para apoyar a los ucranianos». dijo el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Jim O’Brien. el jueves en una reunión informativa para periodistas.



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