El líder de Hong Kong reveló planes para resucitar la fortuna del centro de negocios el miércoles, con la esperanza de recuperar la experiencia internacional después de un éxodo de talento, pero prometió que no cesará la represión política que ha transformado la ciudad.
John Lee, un exjefe de seguridad designado por Beijing, pronunció un discurso de debut sobre políticas que priorizó la reactivación de una economía sumida en la recesión y el mantenimiento de la seguridad, al tiempo que reconoció que muchos habían abandonado una ciudad que sirve como puerta de entrada a China.
«Durante los últimos dos años, la mano de obra local se redujo en alrededor de 140.000», dijo. «Además de nutrir y retener activamente el talento local, el gobierno buscará talentos de forma proactiva en todo el mundo».
La antigua colonia británica ha atravesado últimamente su período más tumultuoso desde su entrega a China en 1997.
A las enormes y, a veces, violentas protestas por la democracia hace tres años, les siguieron medidas drásticas contra la disidencia, así como algunas de las reglas más estrictas del mundo sobre la pandemia de coronavirus, muchas de las cuales permanecieron vigentes mucho después de que sus rivales reabrieran.
La ciudad, que solo eliminó la cuarentena obligatoria para las llegadas internacionales el mes pasado, ha visto dispararse su déficit mientras que la frontera con China continental permanece casi cerrada debido a las estrictas reglas de cero covid de Beijing.
– Oficina de talentos –
El discurso de Lee ofreció su plan para revertir esa recesión, incluida una oficina de búsqueda de talentos, un fondo de inversión conjunta de 30.000 millones de dólares de Hong Kong (3.800 millones de dólares) para atraer empresas extranjeras y reglas para facilitar la contratación de extranjeros.
La ciudad dará un trato preferencial a los «mejores talentos», descritos como personas que ganan 2,5 millones de dólares de Hong Kong o más al año y se gradúan de las 100 mejores universidades del mundo que tienen una experiencia laboral relevante.
Incluso con medidas favorables a los inversores, reiniciar Hong Kong será difícil.
Lee asumió el cargo en julio en un momento de aumento de las tasas de interés mundiales, temores por la economía de cero covid de China, incertidumbre provocada por la invasión de Rusia a Ucrania y mellas en la reputación comercial de Hong Kong.
La reacción de inversores y analistas fue tibia.
La bolsa de valores de Hong Kong, que ha perdido más de una cuarta parte de su valor desde principios de año, cerró con una caída del 2,38 por ciento el miércoles.
«El gobierno todavía carece del sentido de la crisis y de la comprensión de la situación real», dijo a la AFP el comentarista de asuntos públicos Derek Yuen, y dijo que la política de Lee se centró más en que Hong Kong sea una puerta de entrada a China y menos en ser un verdadero centro comercial internacional.
«(Los funcionarios) pueden estar al tanto de la competencia dentro de la región como Singapur, pero no entienden qué hace funcionar a otros países», agregó.
El politólogo de la Universidad Bautista Kenneth Chan dijo que había poco para tranquilizar al talento extranjero sobre los valores fundamentales de Hong Kong.
«Para mucha gente que mira a Hong Kong… es una nueva era con muchos elementos inciertos, en su mayoría elementos políticos. Tienen que pensar con mucho cuidado antes de dar el paso y comprometerse», dijo a la AFP.
– ‘La estabilidad es el requisito previo’ –
Después de casi tres años, Hong Kong se está alejando gradualmente de su versión de la política de cero covid de China, que no logró mantener alejado al virus y ha dejado a la ciudad aislada internacionalmente.
Las autoridades eliminaron la impopular cuarentena hotelera para los viajeros entrantes y relajaron algunas reglas de distanciamiento social.
Pero el ritmo de reapertura aún va a la zaga de rivales regionales como Singapur, que ha emprendido su propia ofensiva de encanto para atraer talento y ha regresado como un centro de transporte global.
Las personas que llegan desde el extranjero a Hong Kong, por ejemplo, no pueden ingresar a bares y restaurantes durante los primeros tres días y el discurso de Lee no dio detalles sobre un cronograma claro para levantar todas las restricciones de virus.
Lee enfatizó que el gobierno seguirá adelante con más legislación de seguridad nacional y posibles nuevas reglas sobre «información falsa».
«El desarrollo de Hong Kong no admite demoras. La estabilidad social es el requisito previo para nuestro desarrollo y tenemos que deshacernos de cualquier interferencia», dijo.
Beijing impuso una amplia ley de seguridad nacional en Hong Kong en 2020 después de las protestas por la democracia el año anterior, cambiando el ambiente de la ciudad que alguna vez fue abierta.
La mayoría de los activistas democráticos locales destacados están en la cárcel, a la espera de juicio o han huido al extranjero, mientras que se ha ordenado a las escuelas que conviertan a los estudiantes en patriotas chinos.
El discurso político de Lee, que duró dos horas y 45 minutos, también incluyó importantes proyectos de infraestructura para impulsar la economía y planes para ofrecer más viviendas en una ciudad con uno de los mercados inmobiliarios menos asequibles del mundo, algo que las sucesivas administraciones de Hong Kong no han logrado. abordar.
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