Huelga en las refinerías: al final de la cadena, los transportistas pagan las ollas rotas


Baptiste Morin, editado por Romain Rouillard

Continúa el movimiento huelguístico en las refinerías de TotalEnergies con efecto directo en el abastecimiento de las centrales del grupo. En todo el territorio, más de una estación de cada 10 se encuentra privada de al menos un combustible. Una situación que menoscaba la actividad de los transportistas por carretera.

Entradas a estaciones de servicio restringidas, filas interminables de automovilistas desesperados por comprar combustible… Esta situación debería continuar durante algún tiempo. En efecto, el movimiento de huelga continúa en las refinerías de Energías Totales cuyas estaciones luchan por ser abastecidas. Lo que complica el trabajo de los transportistas por carretera, especialmente los de las pequeñas y medianas empresas.

Las grandes empresas se benefician de los tanques, es decir, de las reservas disponibles directamente en sus sitios, pero también de una red de estaciones profesionales. Pero el mundo del transporte son sobre todo pequeñas y medianas empresas que no tienen acceso a estas ventajas.

Retrasos en las entregas

“La media de una empresa de transporte es inferior a 30 empleados. Como todo el mundo, utilizan tarjetas bancarias, tarjetas azules y la clásica red de distribución de las estaciones de servicio”, explica Jean-Marc Rivera, secretario general de la Organización de las Pymes del Transporte por Carretera.

La escasez de combustible ya está teniendo consecuencias concretas. Menos gasolina significa automáticamente retrasos en las entregas y algunos clientes impacientes amenazan a los transportistas con multas. En el mejor de los casos, si se liberan las existencias, la vuelta a la normalidad tardaría al menos una semana.



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