Rusia ha eliminado más de un tercio de los vehículos de la era soviética retenidos en su instalación de almacenamiento militar más grande conocida desde el comienzo de la invasión de Ucrania.
Las imágenes de satélite muestran que un depósito al aire libre en la remota Buriatia, en el este de Siberia, ha perdido alrededor del 40 por ciento de los tanques y vehículos blindados que había albergado anteriormente.
Las imágenes disponibles públicamente que datan de unos cinco meses antes de que las tropas rusas cruzaran a Ucrania en febrero de 2022 mostraban unos 3.840 vehículos de la era soviética en las instalaciones de Vagzhanovo. Para noviembre, solo 2600 vehículos parecían permanecer en el sitio masivo que cubre alrededor de cuatro millas cuadradas.
Según los informes, Rusia comenzó a reimportar piezas para tanques y misiles vendidos anteriormente a India y Myanmar en un aparente intento de actualizar vehículos más antiguos, como los almacenados en Buriatia, antes de enviarlos a combatir en Ucrania.
Según las reglas del ejército ruso, se supone que los diferentes tipos de armas y vehículos se almacenan en diferentes instalaciones, que van desde almacenes especializados con calefacción y ventilación hasta hangares sin calefacción y áreas de espera al aire libre. Por lo general, los tipos de armas más antiguos y menos valiosos se almacenan afuera.
Uralvagonzavod, la única fábrica de tanques de Rusia que también fabrica vagones de tren, autobuses y vagones de metro, dijo a fines de junio que había detenido toda la producción no militar para centrarse únicamente en la producción de tanques.
Dmitry Medvedev, ex presidente de Rusia y ahora uno de los principales funcionarios a cargo de la producción militar, sugirió en marzo que Rusia comenzará a producir 1.500 tanques al año.
Pero los analistas militares cuestionaron sus pronósticos, argumentando que Rusia no tiene capacidad para producir más de unas pocas docenas a unos cientos de tanques al año.