Inquilinos vieneses horrorizados: caos tras los artesanos


Lukas K. quedó estupefacto cuando regresó a su apartamento municipal después de la rehabilitación. Porque el trabajo eléctrico necesario ha dejado huellas masivas. «Trabajamos aquí sin considerar pérdidas», dice su hermano Thomas K., molesto.

Cubierta de madera rota con pinzas
El techo de madera fue literalmente roto con unos alicates. «¿Por qué no perforas un agujero con un taladro?», pregunta. Las lámparas no se reinstalaron, no se enyesaron completamente alrededor de los interruptores de luz.

Además, Lukas K. tiene una enfermedad pulmonar grave que hace que el trabajo manual sea casi imposible. Thomas K. envió fotos de los daños a Wiener Wohnen, donde le dijeron que, según el capataz, estos eran aceptables y que ella era la responsable de las reparaciones.

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Es vergonzoso lo despiadada que es la ciudad con los inquilinos. ¿Dónde está la conciencia social?

Dominik Nepp, jefe del FPÖ vienés

restaurar el estado original
El defensor de la vivienda del FPÖ, Michael Niegl, lo contradice: «Según la ley de arrendamiento, el propietario está obligado a restaurar el estado original después del trabajo». El jefe del FPÖ, Dominik Nepp, también critica: «La concejala Kathrin Gaálmuss tiene que evitar este tipo de comportamiento antisocial».

tarea del inquilino
Según Wiener Wohnen, los techos de madera ya no están permitidos y no hay permiso. Sin embargo, la empresa se ofreció a enviar los agujeros a su compañía de seguros. “Tampoco podemos criticar nada sobre el enyesado. La empresa se encarga del enlucido basto, no del relleno fino”, enfatiza una vocera. Las lámparas también son propiedad del arrendatario y, por lo tanto, deben ser instaladas por él.



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