Isabel II: cómo los británicos rindieron un último homenaje a su reina


Lionel Gougelot (en Londres), editado por Romain Rouillard
modificado para

20:00 19 de septiembre de 2022

REPORTAJE

Fervor y meditación. Estas fueron las dos palabras clave de este lunes en Londres donde miles de británicos asistió a la procesión de ataúd de Isabel II con motivo de su funeral. Una marcha a la que Rey Carlos III obviamente tomó parte, parándose justo detrás del ataúd y dando un paso lento y rítmico al ritmo de la música militar.

Rodeado de sus dos hijos, William y Harry sino también de sus hermanos y hermana Anne, Andrés y Eduardo, el nuevo soberano, acompañó esta procesión con semblante grave y porte marcial. El convoy, rodeado por 6.000 soldados, subió por el famoso Mall hasta el Palacio de Buckingham frente a una gigantesca multitud aglomerada en los pasillos.

Durante todo el recorrido sonaron las campanas y los cañonazos hasta Wellington Arch, a la entrada de Hyde Park. Luego, el ataúd de Isabel fue trasladado al coche fúnebre real que condujo por una vía principal entre vítores y una lluvia de flores.

«Nunca lo olvidaremos»

Nick y Deborah habían estado esperando este momento desde las 5:00 de la mañana. “Eso nunca lo olvidaremos, nunca. Estamos felices de haber venido, aunque haya sido solo por unos segundos. Todos querían estar ahí y es fantástico”, saborea Nick. «Es muy triste y muy conmovedor. Era una mujer maravillosa, no solo para nuestro reino, sino para el mundo entero. Mi abuela, mi madre, mi tía habían asistido a la boda de la Reina y a su coronación. Así que teníamos que estar allí». para este día histórico con nuestros nietos», agrega Deborah.

Un día que permitió a los británicos ofrecer tributos finales a su difunta reina. Bajo el sol, la multitud vio cómo el coche fúnebre se alejaba hacia Windsor. Para muchos, la jornada continuó en familia sobre el césped de Hyde Park para disfrutar de unas vacaciones que, sin duda, pasarán a la historia.



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