Japón cambia la política nuclear y propone construir nuevas plantas


El desastre de Fukushima de 2011 amargó a Japón sobre la energía nuclear, lo que lleva a la nación insular a depender menos de la energía atómica y más de los combustibles fósiles importados. Pero con la intención de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2050, el gobierno de Japón anunció el jueves un cambio en su estrategia nuclear, según la emisora ​​​​nacional del país.

La nueva política tiene dos vertientes: en primer lugar, pretende extender la vida útil de la flota nuclear existente de Japón más allá del límite actual de 60 años. Su segundo objeto es construir nuevas plantas de última generación. Estas nuevas plantas nucleares, denominadas «generación 4» o «pequeños reactores modulares», están diseñadas para ser más baratas de construir e incapaces de fundirse.

El año pasado, China se convirtió en el primer país en conectar uno, un reactor de «lecho de guijarros», a su red energética. Estos reactores encierran el combustible atómico dentro de bolas de grafito que pueden soportar más calor del que la fisión nuclear es capaz de generar, lo que teóricamente hace imposible una fusión. Una empresa llamada X-Energy está desarrollando plantas similares en los EE. UU. Mientras tanto, TerraPower, respaldada por Bill Gates, está construyendo una de sus plantas de última generación en Wyoming.

Aunque aprobada por un panel, la política aún debe presentarse al parlamento de la Dieta de Japón. El Partido Liberal Democrático del primer ministro Fumio Kishida tiene la mayoría en las dos cámaras de la Dieta.

El cambio refleja una percepción cambiante de la energía nuclear a lo largo de las décadas. La energía nuclear es una de las formas más seguras de generación de energía (el lignito mata a unas 350 veces más personas por terravatio producido que la energía nuclear, principalmente a través de la contaminación), pero ha sido criticada por sus impactos en los entornos locales. A medida que la amenaza del cambio climático se hace más grande y los gobiernos intentan cumplir con los compromisos de cero emisiones netas, la energía atómica se vuelve más atractiva. La construcción de nuevas plantas es costosa, especialmente en los EE. UU. debido a un marco legal más complicado, pero la energía nuclear en sí casi no emite carbono.

En la década anterior a Fukushima, Japón obtenía más de 40 gigavatios de energía de sus plantas nucleares, según la Asociación Nuclear Mundial. Después de una década de reducción del programa nuclear, se había reducido a 18 gigavatios en 2021. El vacío dejado por la energía nuclear se llenó con gas y carbón.

En su apogeo, a principios de siglo, la energía nuclear proporcionaba el 30% de la electricidad de Japón. Eso cayó a poco menos del 7% en 2021. La estrategia presentada el jueves es parte del plan de Japón para que la energía nuclear represente del 20% al 22% de su combinación de electricidad para 2030.



Source link-43