Joe Biden dijo el viernes que no había planes para expulsar al embajador de Rusia ni a los periodistas rusos mientras enfrentaba presiones para actuar por el arresto de un periodista estadounidense.
Biden dijo a los periodistas el viernes que su mensaje a Rusia es «déjenlo ir». Cuando se le preguntó si expulsaría a los diplomáticos o periodistas rusos en respuesta, dijo: «Ese no es el plan en este momento».
Evan Gershkovich, corresponsal en Moscú del Wall Street Journal, fue arrestado el miércoles mientras realizaba un viaje informativo a Ekaterimburgo.
El Servicio de Seguridad Federal de Rusia, el principal sucesor de la KGB, lo acusó de espionaje. Actualmente se encuentra recluido en la prisión Lefortovo de Moscú, donde el FSB mantiene a los presos de alto valor en celdas de aislamiento.
El viernes, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova, advirtió a Estados Unidos que no amenazara a Moscú por el arresto de Gershkovich.
“Inmediatamente recurren a amenazas, represalias contra periodistas rusos. Si esta lógica continúa en el espacio público, cosecharán un torbellino”, dijo la Sra. Zakharova.
The Wall Street Journal, junto con los amigos y colegas de Gershkovich, negaron con vehemencia las acusaciones del FSB y exigieron la liberación de Gerkovich.
El consejo editorial del periódico dijo el viernes que el arresto demostró “una capacidad decreciente para disuadir los ataques a sus ciudadanos” y pidió a Biden que considerara una “escalada diplomática y política” en respuesta.
“Expulsar al embajador de Rusia en Estados Unidos, así como a todos los periodistas rusos que trabajan aquí, sería lo mínimo que se puede esperar”, escribió la junta en un editorial el viernes.
“El momento del arresto parece una provocación calculada para avergonzar a Estados Unidos e intimidar a la prensa extranjera que aún trabaja en Rusia”, agregó.
Gershkovich es el primer reportero estadounidense en Rusia acusado de espionaje desde que Nicholas Daniloff, periodista de US News & World Report, fue arrestado en 1986.
Daniloff, quien negó los cargos de espionaje, fue liberado tres semanas después a cambio de un diplomático soviético detenido por el FBI.
Dirigido a intimidar a la prensa
Los analistas políticos rusos han sugerido que Gershkovich será utilizado de manera similar como moneda de cambio para la liberación de agentes rusos sospechosos y condenados que se encuentran detenidos en Estados Unidos y otros países occidentales.
Dmitry Muratov, editor de un periódico ruso ganador del premio Nobel, dijo que Gershkovich claramente no era un espía y que estaba siendo atacado para intimidar a la prensa.
“Conozco a Gershkovich. Lo he visto dos o tres veces en el último año. Sé que existe la práctica de utilizar a los periodistas como espías, oficiales de inteligencia e ‘ilegales’ (espías no declarados), este no es ese tipo de caso”, dijo Muratov a Reuters en Moscú.
Refiriéndose a Ivan Safronov, un ex periodista condenado a 22 años de cárcel por traición el año pasado, agregó: “En todo momento, estamos siendo acusados de espionaje y traición. Es una tendencia: mostrar que el periodismo es una profesión peligrosa… tanto para los periodistas rusos como para otros».
Hablaba fuera de una sesión judicial a puerta cerrada en el caso de Vladimir Kara-Murza, un político de la oposición que ha sido acusado de traición y difusión de información falsa sobre las fuerzas armadas.
‘Todos los periodistas están trabajando bien’
El Kremlin negó que estuviera tomando medidas enérgicas contra los corresponsales extranjeros en Rusia y dijo que los reporteros acreditados podrían seguir trabajando.
“Todos los periodistas que tienen una acreditación válida aquí, me refiero a los periodistas extranjeros, pueden y continúan su actividad periodística en el país. No enfrentan ninguna restricción y están funcionando bien”, dijo el viernes a los periodistas Dmitry Peskov, el portavoz del Kremlin.
Gershkovich estaba plenamente acreditado ante el Ministerio de Asuntos Exteriores y había vivido y trabajado en Moscú durante seis años.
Los periodistas acreditados que incurren en el descontento del gobierno se han enfrentado ocasionalmente al hostigamiento o la expulsión de Rusia en los últimos años, pero ninguno ha sido encarcelado desde la Guerra Fría.
Los reporteros son minuciosamente examinados antes de que se les otorgue dicha acreditación, lo que significa que el FSB probablemente lo habría expulsado hace mucho tiempo si realmente fuera un espía.