Más de cuatro años después de su arresto, la prolongada saga legal de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, llegó a su fin formal esta semana. El viernes, la jueza federal de distrito Ann Donnelly desestimó una acusación contra Meng, según Reuters. En nombre de EE. UU., las autoridades canadienses arrestaron a Meng en 2018 por presuntamente violar las sanciones estadounidenses contra Irán. Meng, quien también es hija del fundador y director ejecutivo de Huawei, Ren Zhengfei, pasó los siguientes tres años luchando contra los intentos de extraditarla a los EE. UU., donde enfrentó hasta 30 años de prisión por cargos de fraude bancario y electrónico. Donnelly desestimó la acusación “con prejuicio”, lo que significa que el Departamento de Justicia no puede volver a presentar los mismos cargos contra Meng.
Antes de llegar a un acuerdo con los fiscales estadounidenses el año pasado, Meng pasó tres años bajo arresto domiciliario. La detención tensó las relaciones entre Estados Unidos y China y condujo a un incidente internacional. China detuvo a dos canadienses, Michael Spavor y Michael Kovrig, a los pocos días del arresto de Meng. Más tarde fueron liberados después de que Meng firmó un acuerdo de enjuiciamiento diferido con el Departamento de Justicia. Como parte del acuerdo, reconoció haber hecho declaraciones falsas sobre los negocios de Huawei en Irán. Meng voló a China el día que Donnelly aprobó el pacto.
Huawei y sus subsidiarias aún enfrentan cargos en los EE. UU. En particular, el Departamento de Justicia anunció recientemente cargos contra dos espías chinos que supuestamente habían tratado de interferir en una investigación criminal sobre la empresa. A principios de esta semana, la FCC también prohibió los equipos de telecomunicaciones y videovigilancia de Huawei, entre un puñado de otras empresas chinas. Meng actualmente se desempeña como presidenta rotatoria y vicepresidenta de la compañía, así como también como directora financiera.
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