La Super Bowl es sólo el juego más importante del año. Y asegurarse de que el césped dentro del State Farm Stadium estuviera en perfectas condiciones en el inicio fue primordial. Y la liga fracasó. Algunos jugadores tanto de los Chiefs como de los Eagles se han resbalado en la superficie de juego, más de lo que sucede en un juego habitual de la NFL.
Obviamente, mantener una superficie natural a mediados de febrero, nada menos que en el clima de Arizona, es un desafío. Sin embargo, este es el segundo juego consecutivo de alto perfil que tiene este problema en el State Farm Stadium. La semifinal del College Football Playoff entre TCU y Michigan también tuvo jugadores que se deslizaron por todo el campo. Tanto la NCAA como La NFL debería considerar seriamente a nunca volver a jugar un juego crítico en Glendale.
“Para este, obviamente, le estamos dando un poco más de cuidado”, dijo Nick Pappas, quien es uno de los directores de superficie de campo de la NFL, al Associated Press esta semana. “Tenemos muchos jardineros aquí durante aproximadamente un mes, mirándolo, poniéndole las manos encima, trabajando todo el día, todos los días, preparándolo para el día del juego”.
State Farm Stadium, la sede local de los Arizona Cardinals, por lo general coloca su campo en una enorme pista y se retira para mantenerlo fuera del lugar y albergar otros conciertos y eventos a gran escala. El Allegiant Stadium de Las Vegas albergará el próximo año supertazón y tiene un proceso similar para mantener su campo. Se necesita que la NFL cambie su proceso para cuidar mejor su campo para el final de la próxima temporada.