El líder norcoreano, Kim Jong Un, criticó la gestión «irresponsable» de las inundaciones por parte de su gabinete, culpándolos de los recientes daños causados por la tormenta en el aislado país, informaron el martes los medios estatales.
La tormenta tropical Khanun tocó tierra a principios de este mes en el norte, un país donde los desastres naturales pueden ser devastadores debido a la infraestructura débil y la deforestación generalizada, lo que aumenta la vulnerabilidad a las inundaciones.
Un terraplén dañado y un sistema de drenaje inadecuado provocaron que el agua de mar inundara más de 560 hectáreas (alrededor de 1.400 acres) de tierra, incluidos arrozales clave, según los medios estatales de Pyongyang.
Las imágenes de los medios estatales mostraban a Kim de pie, hundido hasta las rodillas en un campo de arroz inundado en la zona de Nampho, y un informe de la oficial Agencia Central de Noticias de Corea decía que «culpaba seriamente» a los altos funcionarios por su «muy irresponsable negligencia en sus deberes».
Kim dijo que los daños recientes «no fueron una calamidad causada por desastres naturales sino un desastre humano causado por la irresponsabilidad… de los holgazanes», dijo KCNA.
El líder destacó especialmente al primer ministro Kim Tok Hun por no haber evitado los daños.
«El primer ministro miró alrededor del lugar una o dos veces con la actitud de un espectador», dice el informe.
En los últimos años, añadió KCNA, «la disciplina administrativa y económica del Gabinete de Kim Tok Hun se ha deteriorado más gravemente» y «estropean todo el trabajo económico del Estado».
Kim también dio órdenes de «descubrir a los órganos responsables y a las personas involucradas y… castigarlos severamente», dijo KCNA.
En las imágenes de los medios estatales, se puede ver a Kim dando instrucciones a los funcionarios que también estaban en el campo inundado.
Los funcionarios parecían sombríos mientras algunos de ellos parecían estar tomando notas obedientemente de sus órdenes.
Pero la semana pasada, Kim elogió a su ejército por su patriotismo mientras ayudaban a salvar los cultivos en las granjas afectadas por el tifón en la provincia de Kangwon.
El primer ministro «dejó el trabajo de recuperación casi en manos del ejército, organizándolo de manera deficiente», dijo el líder Kim, según KCNA.
Dada la fuerte retórica de Pyongyang, una «reforma significativa del gabinete norcoreano parece inevitable», afirmó a la AFP Cheong Seong-chang, del Centro de Estudios sobre Corea del Norte del Instituto Sejong.
– ‘Chivo expiatorio’ –
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU acusó a Pyongyang de gastar mucho en su programa de armas nucleares mientras su pueblo pasa hambre y carece de necesidades básicas.
El empobrecido Norte se ha visto periódicamente afectado por la hambruna, con cientos de miles de personas muriendo (las estimaciones oscilan en millones) a mediados de los años noventa.
La agencia de espionaje de Seúl dijo la semana pasada que la gente estaba pasando hambre en el Norte, con la economía del país atrapada en un «círculo vicioso» con un crecimiento negativo durante tres años, de 2020 a 2022.
El producto interno del Norte experimentó una caída significativa del 12 por ciento en 2022 en comparación con 2016, dijo la agencia a los legisladores durante una sesión informativa, según el legislador Yoo Sang-bum.
Pyongyang celebró una reunión de alto nivel del partido en febrero para abordar específicamente la escasez de alimentos y los problemas agrícolas.
El último informe de la KCNA sobre el primer ministro Kim muestra signos de que la escasez de alimentos en Corea del Norte ha empeorado, dijo An Chan-il, un desertor convertido en investigador que dirige el Instituto Mundial de Estudios sobre Corea del Norte.
«Es necesario convertir a alguien en un chivo expiatorio para sofocar la ira de los hambrientos», dijo An a la AFP, añadiendo que es probable que el primer ministro sea despedido pronto de su cargo o incluso que se enfrente a un castigo.
El Norte informó el martes a Japón que planea lanzar un satélite en los próximos días, lo que provocó la condena de Tokio y Seúl y demandas de cancelarlo.
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