Así que regresé al muelle para la segunda ronda de bombeo. Después de unos minutos más de jugar con el manómetro, finalmente registró que el tablero estaba bombeado a solo 10 psi, demasiado bajo. Cuando llegó a 15 psi, remé hacia afuera y la diferencia fue la noche y el día: el bamboleo había desaparecido y la tabla se sentía sólida bajo los pies. En aguas tranquilas, el seguimiento fue impresionante, y probé algunas brazadas elegantes, que se sentían ligeras y naturales, especialmente con la paleta de carbono ajustable en altura. Cuando volví a sacar el SUP esa tarde con mucho viento, era más difícil de manejar, especialmente cuando pasaban barcos más grandes y sus estelas. Pero la tabla estaba completamente inflada esta vez, haciéndola lo suficientemente estable como para mantenerse en pie.
Al final del fin de semana, estaba dando vueltas alrededor de la isla media milla dentro del lago, pero todavía dudaba en remar mucho más, porque en un lago del tamaño de Vermilion, el viento y las olas se levantan en un instante. Y aunque la tabla se sentía resistente, no estaba seguro de que funcionara bien en aguas turbulentas.
Cuando regresé a nuestro área de muelle poco profundo, lo probé como un estudio de yoga flotante y pude ejecutar algunos perros boca abajo. Los verdaderos yoginis probablemente se sentirían cómodos practicando la postura del árbol en el tablero, pero me pareció demasiado inestable y angosto para intentarlo.
Fotografía: Kokopelli
Por contexto, les pedí a algunos amigos que tienen sus propios SUP que pasaran un buen rato en Lake Vermilion durante los siguientes fines de semana. Uno informó que era mucho menos estable que su propia tabla sólida de 12 pies. Otros dos, sin embargo, sintieron que estaba a la par, en términos de seguimiento y estabilidad, con sus propios SUP inflables más largos. Todos le dieron altas calificaciones por su sólido diseño.
Sin embargo, al construir un SUP inflable ultraligero, Kokopelli me ha presentado un dilema único: si bien está bellamente construido y es fácil de transportar y almacenar, ¿me brinda suficiente alegría (y estabilidad) en el agua para pasar la prueba de Marie Kondo?