La crisis del Covid-19 ha aumentado el número de personas sin electricidad en África


La crisis provocada por el Covid-19 ha empeorado los problemas energéticos de África, que ya era en gran medida la parte menos electrificada del globo. Dado que el contexto sanitario ha ralentizado las inversiones desde 2020, el número de africanos sin electricidad en 2021 aumentó un 4 % en comparación con 2019.

La falta de conexión a la red complica la vida de aproximadamente 600 millones de personas en este continente, principalmente en los países subsaharianos (y en particular en la República Democrática del Congo, Etiopía, Nigeria, Tanzania y Uganda). Eso es casi la mitad de la población africana. (43%), recuerda la Agencia Internacional de Energía (AIE), en su resumen publicado el lunes 20 de junio, elPerspectivas energéticas de Áfricacuya edición anterior data de hace tres años.

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Debido a la situación económica, esta caída podría continuar. “Por primera vez desde 2014, el número de africanos sin acceso a la electricidad ha aumentado en 2020 y 2021, y no descarto que 2022 sea otro mal año”dijo a Mundo Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE. En los últimos meses, los precios de la energía se han acelerado debido a una variedad de factores que han sacudido los mercados. En primer lugar, la fuerte demanda global, bajo el efecto de la recuperación de la actividad económica. Luego, la invasión de Ucrania por las tropas rusas a finales de febrero. Esta sucesión de crisis tiene repercusiones en África, donde “agravar las dificultades financieras de los servicios públicos, aumentando el riesgo de averías y racionamiento”dice el informe.

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Además, según el recuento de 2021, casi 970 millones de africanos tuvieron que cocinar con métodos de cocción contaminantes. Por ejemplo, quemando biomasa sólida en estufas: leña, carbón vegetal, residuos agrícolas. Mejorar estas condiciones materiales reduciría sustancialmente las muertes provocadas por esta contaminación. Liberando el tiempo asignado hasta ahora a la «recolección de combustible» también permitiría dedicarlo a otras actividades, notablemente “para millones de mujeres”también leemos en el documento.

«A un costo accesible»

Para 2030, la AIE todavía considera posible lograr el objetivo global de las Naciones Unidas, formulado en 2015. En este caso, “garantizar el acceso de todos a servicios energéticos confiables, sostenibles y modernos a un costo asequible”. Para “objetivos energéticos y climáticos” del continente, elPerspectivas energéticas de África recomienda importantes inversiones públicas y privadas: de media, hasta 190.000 millones de dólares (181.000 millones de euros) anuales entre 2026 y 2030. Casi el doble respecto a los años 2016-2020.

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